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LA INFLUENCIA DEL CHORIZO EN EL ROMÁNICO

LA INFLUENCIA DEL CHORIZO EN EL ROMÁNICO Hace unos días Tio Petros y una servidora han podido realizar el viaje que tuvimos que anular hasta tres veces por la nieve de enero, por la nieve de febrero y por la nieve de marzo. El viaje, más reducido que en la idea original, ha sido de cuatro días por tierras de Cantabria, Burgos y un poquito de la Palencia a la que queremos tanto. Por tierras que nos han regalado buenas comidas, buenos paseos, buenas gentes y mucho, mucho románico del bueno.
Según un plan perfectamente diseñado (como no podía ser de otro modo) por Tio Petros, nos dirigíamos a San Martín de Elines (Cantabria) a eso de las dos y media del mediodía para visitar una joya románica del siglo XII que sirvió como albergue a los monjes benedictinos. Nosotros ya habíamos comido. El párroco que nos guió en la visita, no. Amable y cordial nos ofreció cuantas explicaciones solicitamos y desde aquí y, en nombre de ambos, le agradecemos que su discurso se basara exclusivamente en el aspecto arquitectónico y simbólico del edificio.
Cuando ya nos despedíamos, me llamó la atención un bajorrelieve muy deteriorado que se encontraba en la parte del mediodía junto a la torre. Me llamó la atención, digo, porque su estado era lamentable si lo comparábamos con el impecable estado de canecillos y otros elementos del exterior de la iglesia.
El bajorrelieve consta de tres figuras muy estropeadas. El Pantocrátor parece adivinarse sin dificultad pero nada podría decirse de las dos figuras que aparecen a ambos lados de éste, por su tamaño y actitud. El párroco nos dijo que el pueblo había dado el nombre de la vieja choricera a este conjunto escultórico. El origen de este nombrecito (que no deja de tener su aquél) y de su deterioro se debe a que antaño los niños del pueblo recibían la catequesis en lo que fue en su día Colegiata y, que en tiempo de Cuaresma volvían a sus casas a por la merienda, a saber, un bocadillo de chorizo. Sus madres, cumplidoras con la ley que prohibe comer carne, decían a sus hijos que no podían merendar porque “la vieja choricera” de la Colegiata se había llevado todo el chorizo del pueblo. Como no puede ser de otra manera, los niños entonces corrían a dar a la vieja su merecido: una avalancha de piedras rabiosas que han hecho que a lo largo del tiempo el bajorrelieve apenas sólo conserve el nombre.
Hasta mañana, amigos.

12 comentarios

Luis -

Al lado de mi abuela... :)

Dem -

Nfer, no creas que el vandalismo nos es desconocido por estos lares. Un monumento de bronce al "huevo de colón" (sic, era feísimo XDD ) fue desguasada para verderla al peso por algún quinqui.

Luís, del Cerezo (entre la Macarena y San Jerónimo).

Nfer -

Tío Petros...eh...en tu comentario "hoy afortunadamente las cosas son diferentes"...Buén. Te admiro el optimismo y ojalá se me pegue, porque aquí, salvo excepciones, el vandalismo está a todos los niveles: si obra de arte custodiada, misteriosamente aparece en casa de un coleccionista; si pública, desmantelada y desguasada para ser vendida como metal o lo que sea de valor...bueno, tampoco somos tan malos, pero sí hay una total falta de conocimiento y de "conciencia" del valor del patrimonio, más si es de todos: al parecer, si es de todos, cualquiera puede hacer lo que le plazca. Aunque con un poco de atención puede enterarse que no es así y que hay legislación al respecto, y bien clara.

Vailima -

He encontrado el vocablo CHORIZO en el Corominas. Mañana haré un post sobre el origen de este vocablo.

luis -

de San Pablo Dem?

Cristina -

Pues la verdad, es que me ha encantado la anécdota. Y la inconciencia del patrimonio artístico me ha parecido enternecedora. Seguro que a Azúa también le encantaría ;-)

Dem -

Pensé que choricero (que en mi barrio es un mangante de poca monta) vendría de ahí (robar chorizos) pero parece que no, que viene del latín o argo deso:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?LEMA=choricero

Vailima -

jejejeje luis, qué bueno.

luis -

Si inventaron lo de la ballena de rio para poder comer carne en cuaresma, floja excusa parece la del chorizo.

TioPetros -

Pues sí; Carl tiene razón. Sin embargo, apreciamos un respeto creciente por el patrimonio artístico. Antes, ni los curas apreciaban el valor de las iglesias en las que oficiaban. Hemos visto desmanes propiciados por el clero que avergonzarían al más templado, entre los que destaca la venta a los franceses de todo un lateral de un maravilloso claustro para ser sustituido por una estructura de hormigón armado, porque el antiguo quitaba luz natural en el despacho del abad.

Hoy, afortinadametne las cosas son diferentes. Eso sí; lo perdido perdido queda para siempre.

Carl Philip -

Si no fuera por eso, sería por otra cosa, me temo

Palimp -

Ja, ja, ja, ja...

Increíble como puede propiciarse un destrozo de patrimonio artístico con un inocente cuento...