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GIACOMO BALLA: DINAMISMO DE UN PERRO CON CADENA


Dinamismo di un cane al guinzaglio


Seguramente habrán visto esta obra en alguna ocasión. Se trata de un óleo sobre lienzo de 89,85 x 109,85 cm titulada Dinamismo di un cane al guinzaglio. La obra de Giacomo Balla se caracteriza por su constante renovación, sin embargo, el leitmotiv de toda ella no es otro que el interés por fijar el movimiento en el cuadro, trabajando de forma paralela con ordenaciones de luz y color para los diferentes temas de sus dibujos.

La que hoy nos ocupa, es la primera obra de Balla en la que expone su postura estética en forma de manifiesto. En ella, descompone el paseo de una mujer con su perro en innumerables secuencias autónomas del desarrollo del movimiento.

Tal y como se decía en el Manifiesto técnico de la pintura futurista que Balla suscribe en 1910, “un caballo no tiene cuatro patas, sino veinte”. Así, para desplegar su estrategia de la multiplicación de las extremidades, echó mano de las cronofotografías de Étienne-Jules Marey que ya en 1882 había reproducido los movimientos a pie y en el aire de humanos y animales . Los estudios de Marey son prácticamente copiados por Balla pero en Dinamismo de un perro con cadena, el italiano condensa las fases del movimiento para obtener la misma falta de nitidez que se aprecia en las fotografías realizadas por varios miembros del movimiento futurista.

La vista del cuadro se dirige hacia abajo, hacia la superficie rayada del pavimento cortando radicalmente a la mujer para que el perro sea el foco de atención del espectador. Si en la segunda mitad del siglo XIX, el animal doméstico fue privilegio exclusivo de los círculos aristocráticos (véase Tarde de domingo en la Île de la Grande Jatte del puntillista Georges Seurat), a principios del XX, la burguesía y las clases medias altas poseían mascotas como expresión de una riqueza recién adquirida. Balla, siguiendo el dictamen futurista, caricaturiza el anquilosado sistema social italiano, otorgando en su obra protagonismo al animal poseído y no al ser humano que lo posee.

Para terminar el post de hoy, unas palabras de Antón Giulio Bragaglia que expresan con determinación el ideal del artista futurista:


”Realizaremos plenamente nuestros objetivos artísticos cuando el movimiento sea para nosotros una sensación puramente dinámica…”

Hasta mañana.

3 comentarios

luis fer -

Este cuadro rompe con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte como los postulados futuristas retrata la realidad en movimiento en fin es un cuadro maravilloso

hazz -

Una imagen que realmente puede disfrutarse, la tranquilidad de sus azules y el olio transformado en movimiento.

Santino -

¡Me encanta el cuadro! Me ha recordado de alguna forma a "Desnudo bajando una escalera" de Marcel Duchamp, en ese intento de captar el movimiento en el lienzo. Aunque, desde luego, cada uno de los dos lo plasme de una forma diferente.
Un saludo.