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Vailima

EL CLUB DE LOS POETAS DE FANTIN-LATOUR

HENRI FANTIN LATOUR 1872

Nos encontramos en el rincón de la mesa (Coin de table) donde Henri Fantin-Latour está pintando a un grupo de hombres. No se trata de unos hombres cualesquiera. Son poetas. La luz del cuadro forma una magnífica unidad con el espíritu poético de los personajes retratados y la belleza de la composición está invadida por el sentimiento de cansancio y desmoronamiento del mundo en el que estos hombres viven. La decadencia.

Desde su languidez, Verlaine se autoproclama como “el Imperio al fin de la decadencia que mira pasar a los grandes Bárbaros Blancos” desde donde contempla la historia como algo demasiado largo y demasiado grande. Todo ha sido dicho y ha sido probado y los heraldos negros de otro poeta cabalgan en dirección a una civilización cansada que no podrá detenerlos. Entreguémonos a los placeres sensuales, busquemos los tesoros escondidos del arte para pasar –como dice Eco- “las manos hastiadas entre las joyas acumuladas por las generaciones pasadas”. El poeta prefiere la boca que le sepa besar aunque le mienta.

Junto a Verlaine, surge un Rimbaud pensativo y ensimismado. Entre relicarios e iluminaciones, el joven poeta convierte su corta vida en una temporada en el infierno y el desorden de sus sentidos es el camino que le conducirá, no sin dolor, al ideal estético. Hay que pagar un precio y para ello hace arder su juventud. La vida no es la revancha del sueño literario. Rimbaud lo sabe y una tarde…

“Una tarde, me senté a la Belleza en las rodillas. Y la encontré amarga. Y la cubrí de insultos. Me armé contra la justicia. Escapé. ¡Oh brujas, miseria, odio: a vosotros se os confió mi tesoro! Logré que se desvaneciera en mi espíritu toda la esperanza humana. (…) La desgracia fue mi dios. Me tendí en el lodo. Me dejé secar por el aire del crimen. Y le hice muy malas pasadas a la locura.Y la primavera me trajo la horrorosa risa del idiota.”

No quieren mostrar el mundo con la claridad cristalina del verso clásico. Nombrar un objeto es sustraer el corazón a un poema. El símbolo y sus misterios. La oscuridad de una poesía de la ausencia. Los versos deben caer al mundo con la misión adivinatoria del sueño. El taciturno Rimbaud sueña con cruzadas, con viajes de exploración cuya crónica no nos ha llegado: “creía en todos los encantamientos” nos confiesa. Otra vez el desencanto.

Absortos y ensimismados todos nuestros poetas malditos se dispersan sobre la mesa como la Mujer flor de Zola: “con la cabeza vuelta en un espasmo de pasión, en un esparcimiento de soberbia cabellera, dispersa como un estanque de perfumes”. Elzéar, Blémont, Valade, Aicard, D´Hervilly y Pelletan juegan tras la comida a la poesía con la única espada que encuentran en el mundo: la evocación, el objeto escondido detrás del símbolo.

Sugerir, ese el sueño -les dice Mallarmé- mientras Paul Valéry contempla las húmedas palabras que brotan de su Narciso:

Hermanos, tristes lirios,

Languidezco de belleza…

Mientras mezcla aceites y pigmentos, Fantin-Latour los contempla y hace suyas las palabras que poco antes escuchaba de los labios del muchacho Rimbaud. Una tarde, como aquélla, me senté a la Belleza en las rodillas. Y la encontré amarga.

10 comentarios

Vailima -

Carlos: Pelletan. Ayer cuando leí tu comentario y quise rectificar, Blogia no funcionaba y no pude acceder a la administración del blog. Gracias amigo.
Brujo: sí es un lienzo hermoso y decorado con la información que tenemos de él, mucho más.
Vere: que conste que he estado a punto de elegir el cuadro de hoy para la parte por el todo, pero estoy un poco cargada de trabajo y he decidido no martirizaros esta semana. Pero la que viene, taza y media...

Vere -

¿Quien piensa en publicar con lo bien que se está en torno a esta mesa? Coincido con el Jafa en que he disfrutado mucho con post y comentarios, pero Ladydark...no des ideas crueles que luego las sufriremos en nuestras carnes el día de la parte por el todo..

el brujo don carlos -

No conocía esta pintura. Es magnífica, igual que las explicaciones que nos das, Vailima

Carlos Leiro -

Pelleta o Pelletan?????

Vailima -

...visitantes de esta casa entre los cuales estás tú, Jafa. Desde luego no podré quejarme del piropazo...

Jafatron -

Si la maestría del autor nos deja en ocasiones al borde de la escena, el último empujón nos lo da Vailima para sumergirnos de lleno en la obra. Precioso el cuadro, precioso el post, y también hay que decirlo, buenísimos los comentarios.
Y es que los visitantes de esta casa demuestran merecer también ser pintados alrededor de una mesa con el retrato de Vailima en medio.

Vailima -

Anarkasis: los hombres de negro no son todos cobradores de morosos.
Ladydark: gracias a tí por tu comentario y tu recomendación. Tomaremos nota.
Una cosita: deseosos estamos de tu próximo post. Venga, so vaga.
Charles: cuestiones de la historia del arte que nunca sabremos. No obstante, este lienzo es muy hermoso. Contentémonos con ello.
Por cierto ¿qué tal va la mudanza?

Charles de Batz -

Los que saben de estas cosas, cuentan que el proyecto inicial que culminó en este "coin de table", era un homenaje que había ideado el autor a Baudelaire, distribuyendo a un grupo de poetas alrededor de una mesa con un retrato del poeta colgando de la pared. Vaya usted a saber por qué motivo, pero el señor Fantin terminó por abandonar la idea y pintar éste que tan deliciosamente nos presentas.

Salud

ladydark -

Preciosa anotación en tu cuaderno hoy Vailima, nos traes pintura y poesía, maridaje perfecto. El cuadro recoge a varios de los poetas parnasianos y a los "amantes málditos", Rimbaud y Verlaine, reunidos con motivo de la creación de la revista "La Renaissance", que se publicó de 1.872 a 1.874. En ella colaboraron, además de los autores retratados en el cuadro, nombres como Daudet, Sully-Proudhomme, Villiers de l'Isle-Adam, Jose Maria de Herèdia e incluso Zola con el cuento "Un bain".
Y aprovecho la oportunidad para meter un poco de publicidad, ¡Lean ustedes al Conde de Villiers!. Os gustará, en sus cuentos esta cercano a Poe, de quien recibe numerosas influencias y que conoce através la traducción de Baudelaire del autor norteamericano. Rebelde idealista, irónico, mezclando la realidad y lo sobrenatural, la ciencia y lo inexplicable. Para promover el apetito lector un pequeño ejemplo, su cuento "Claire Lenoir" Tribulat Bonhomet con ayuda de un oftalmoscopio, consigue ver en los ojos de Claire Lenoir, ya muerta, la imagen de su marido, que, reencarnado en un aborigen, mata a Henry Clifton, antiguo amante de su esposa. Lo dicho,"Cuentos crueles" y a leer :).

anarkasis -

Dicen que los hombres de negro no existen... ejjjqué no saben encontrarlos.

(déjalo a ver que nos cuenta del románico, yo igual hasta me entero que fue eso. Pero que se levante cuando tengan fiebre los zagales, vamos¡¡)