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Vailima

MORDIÉNDOSE LAS PATAS

Llevo semanas alejada de esta casa y de los blogs de mis amigos que son muchos y muy buenos. La razón la comprenderán ustedes perfectamente: ataduras profesionales y familiares de las que una intenta librarse sin resultado satisfactorio hasta el momento. Por este motivo, me permitirán que picotee de la generosidad del Tio Petros y les traiga una pequeña curiosidad que me va como anillo al dedo. Que la disfruten.

 

Al igual que otros estilos sagrados, el románico puede ser contemplado a varios niveles. En su arquitectura se mezcla lo estructural (lo técnico) con lo simbólico pero es en la escultura donde el espíritu del artista vuela libre, sin estar condicionado a las realidades constructivas del templo a pesar de que "lo escultórico se subordina a lo arquitectónico". Así, con las constricciones mínimas que impone la ley del marco, que obliga al artista a adaptar las figuras que esculpe al espacio disponible, sea éste un tímpano o un capitel y a la ley del esquema geométrico, que aún en ausencia de presión de un marco constrictor impone ciertas necesidades geométricas, de simetría y de formación de figuras simples, aún con estas constricciones mínimas, decíamos, la libertad del cantero es máxima.

Así, es posible encontrarse con figuras que simbolizan cosas alejadas aparentemente de sus significados originales. Dentro de esta libertad, algunos símbolos cuajaron especialmente, quizás por motivos estéticos, de gusto o por motivos más profundos. Cuando encontramos una y otra vez los mismos motivos en templos diversos, nos empezamos a preguntar por su significado, y es entonces cuando descubrimos que lo que nosotros nos preguntamos, otros se lo preguntaron antes y lo intentaron responder.

 

 

 

En la foto anterior, obtenida en agosto de 2005 en la fachada occidental del monasterio de Leyre, podemos apreciar dos aves que se están mordiendo las patas: cada una las suyas. Más común es la mordida recíproca en la que cada una muerde las patas de la otra, como podemos observar en la fachada sur de la iglesia de San Miguel de Biota:

 

 

 

o en la iglesia de Santiago de Agüero, en Huesca, en un capitel tapado a medias por una reconstrucción posterior poco afortunada:

 

 

 

O en una magnífica representación del mismo motivo en una de las arquivoltas de la portada de Santa María de Uncastillo, Zaragoza:

 

 

 

El mejor capitel que he contemplado de este motivo se encuentra en la cripta de la iglesia de San Esteban de Sos del Rey Católico. La presencia durante mi visita de un inflexible y ensotanado sacerdote sin comprensión alguna hizo imposible que pudiera fotografiarlo.

Según la interpretación canónica, el ave simboliza el alma humana. El investigador Francisco Iñíguez Iñíguez llegó a popularizar el símbolo que nos ocupa en este post identificándolo con el esfuerzo de las almas por liberarse de sus ataduras terrenales. Las patas son las que anclan al animal a la tierra y representan el vínculo con el mundo material, vínculo que hay que romper para elevarse a Dios. Sea así o de otra manera, lo cierto es que como pueden ver esta representación se generalizó, y hoy puede verse en multitud de templos románicos: en el monasterio de Leyre, en Uncastillo, en Santiago de Agüero, en Sos del Rey católico y según he podido saber, también en Pamplona, Navascués, Santo Domingo de la Calzada, Santa María de Sangüesa, Catalain, Armentia, Esparza de Galar, Murillo del Gállego o Castiliscar. Una amplia zona, si bien bastante conexa.

Lo que queda por explicar es la presencia de dos aves en la misma acción: a veces cada una muerde sus propias patas y otras veces las de su compañera. Para la explicación al uso, con una sería suficiente...

10 comentarios

isabelbarcelo -

También yo había pensado en la posibilidad de la ayuda mutua, en este caso tal vez las dos aves representen a una pareja cristiana. Y no lo digo ahora por avivar ninguna polémica... Es muy curioso. He estado en algunos de los sitios que citas y no había advertido ese detalle. Un placer, como siempre. Feliz año.

Vailima -

Sylvie, bienvenida a esta casa. Intentaré encontrar el libro al que te refieres.
Neftalí, asunto peliagudo el que planteas. Pero aún y todo un placer encontrarte en mi casa.

Neftalí -

En el fondo es lo de siempre: ¿Cuanto de lo que el artista destila llega el que "consume" a descifrar...?
(Primer postulado del principio de la incertidumbre del arte.)

Saludos

Torra


Sylvie -

Existe un libro fascinante titulado "paroles de pierre" en el que su autor (no encuentro el libro) comparte sus ricas interpretaciones "subjetivas" de capiteles y otras muestras de arte románico. Tiene mucho sentido.
Llevo unas dos horas literalmente embrujada por este blog. Gracias.

TioPetros -

Charles habla de la supeditación de la escultura a la arquitectura en el románico. Yo he pensado lo mismo: para mí, el románico era su arquitectura; con ciertos aditamentos, como las esculturas de sus arquivoltas, canecillos y capiteles. Hace unos años que ya no pienso así; cuanto más visito los templos, más entreveo -sin llegar a comprender del todo- una unidad, un propósito integral de los templos que no soy capaz de sentir en otros estilos.

El horror vacui , tan patente en el barroco; no lo veo yo en el románico. Cuando veo un motivo, un símbolo que no entiendo; tiendo a pensar que es mi desconocimiento, no la arbitrariedad del mismo. Con los templos neoclásicos, que aborrezco, no pasa lo mismo: no importa incluso repetir el mismo motivo veinte veces, como hemos podido "apreciar" Vailima y yo en varios casos, el caso es rellenar por rellenar. Con el románico nunca hemos tenido esta sensación.

Koke habla de la ayuda mutua para explicar la pareja de volátiles. Parece una buena explicación. De hecho, me parece una explicación muy buena, que cuadra muy bien con la doctrina que tales símbolos pretendían transmitir...

De todas formas, la frase de Anarkasis: El "esto es así" en el románico, ni de coña; refleja muy bien mi propia perplejidad ante este tipo de cosas, que provocan en mi unos sentimientos que ni siquiera soy capaz de entender muy bien.

vanina vainilla -

Los símbolos en el románico, sugieren.
Cada uno, según su grado de espiritualidad los interpreta a su manera.
Teniendo en cuenta que las aves, en el románico, son un elemento postivo.
La acción de que un águila, en lugar de morder su pata, muerda la de su compañera. Puedo pensar en la idea de transmitir al otro,a los demás, esa espiritualidad, ese renegar del pecado y de lo material, y hacer que el prójimo también se eleve a lo más alto.
No sólo practicarlo uno mismo. También transmitirlo a cuantos más, mejor.

Koke

anarkasis -

algo de razón tiene Charles
el esto es así en Románico ni de coña.
ahora bien el encuadre espiritural vale, y vale bien, (a mi me cuadra la explicación de Vailima) y lo explica en una temporalidad tardía
¿en el 900 vale? puede que sí, (o, no)
¿en el 700? si encontramos algo similar yo no me atrevería a decir que la simbología también lo sea
hay múltiples ramas neo-cristiano-paganas que podrían estar detrás, desde los regenerativistas tipo Apofis devorandose hasta los zoroastristas, incluso puede,que tal como apunta Charles, que esa misma simbología primaria una vez desarraigada la hayan reinterpretado y reconvertido en espiritual.

dicen los que saben mucho más, que es mas fácil interpretar unas escavaciones de hace 4000 años que una iglesia románica de hace 900

Charles de Batz -

Una verdadera alegría saber de tí, Vailima.

En cuanto al texto, siempre que leo algo referente al tema de la iconografía románica como algo subordinado a la arquitectura, así como del posible significado de aquella, me suelo preguntar aquello de qué fue antes, si la imagen o el significado del que esta provista.

Me explico: el conocido "horror vacui" de aquella gente, les obligaba a rellenar hasta el más pequeño de los canelones, empleando para ello cualquier motivo que ornamentara del mejor modo todo aquello... Ya podían ser geométricos, vegetales, animales, etc... el caso era rellenar.

Visto así, bien podría ser que estos señores, a los que no les quedaba más narices que observar la naturaleza, se interesaran en tal fotogénico animal y crearan como un recursos estilístico más para rellenar vacíos en los capiteles, éste de las águilas merendandose sus patas. De hecho, no creo que los hay en ningún otro espacio que en el de los capiteles, por lo que puede pensarse que no es otra su misión.

Puede entonces que una vez hecho, copiado y difundido, a alguien se le ocurriera que todo aquello podía tener algún otro significado.

Como me voy en un par de días, aprovecho para despedirme y desearos un buen comienzo de año.

Salud

Vailima -

¿acoso espiritual? la verdad es que no deja de ser una jodienda.
saludos

anarkasis -

la explicación al uso, es acoso, "acoso espiritual"