DEL CONEJO DE LA LOLES A LA LIEBRE DE BEUYS
Decía Schiller que “la belleza es el camino de la libertad”. Miedo me da. Sobre todo, cuando pienso en eso en lo que ha desembocado la belleza últimamente. La imagen de cabecera es una fotografía de la obra de Joseph Beuys titulada Cómo explicar imágenes a una liebre muerta tomada el día de la inauguración de una exposición del artista alemán allá por 1965.
Como pueden observar, el artista cubrió su cabeza con láminas doradas untadas en miel, y “sosteniendo en sus brazos a una liebre muerta la fue llevando por la exposición rozando con sus patas las obras expuestas; luego se sentó y se las fue explicando. La reunión de los conceptos liebre, miel, explicar, imagen, oro, provoca un inquietante malestar en el espectador, porque dinamita lo cotidiano”.
No voy a proferir insultos. Efectivamente, todavía me estoy recuperando de lo que me queda de cotidiano. La explosión lo ha dejado todo perdido. Incluso mi sentido del humor. Dice el artista que desea recobrar la relación de fraternidad entre el hombre y la naturaleza -sobre todo con los animales- en un diálogo directo entre criaturas para devolverles aquella dignidad que el hombre ha ido arrebatándoles durante su historia.
Estoy conmocionada, como si me hubieran propinado un golpe en la cabeza; un estético golpe donde el dolor sólo puede aliviarse a fuerza de patitas de liebre o de conejo en pepitoria entre las tardanzas de caprichosas Alicias y las humedades de una tal Loles que nadie conoce. Me relamo pensando en su sabor acompañado de un buen arroz mientras me atraganto con tanta belleza y tan sublime libertad.
Quiero que alguien me recoja en brazos y me explique ciertas obras de arte mientras yo las voy rozando con mis manitas. Claro que yo no soy una liebre, pero sí que tengo…
No me hagan hablar más.
18 comentarios
jacques -
"Claro que yo no soy una liebre, pero sí que tengo
UN CONEJO ??
jajajajaj.
Todavía hay que explicar qué es arte ??
Ma Alexandra -
Ekata -
Salamandra -
Ya no sé qué pensar.
isabelbarcelo -
desahogandome -
Antes el arte se ideaba para la contemplación y el disfrute de tantos... y ahora de tan pocos... entendidos.
un saludo
Charles de Batz -
Salud
Herri -
Cuando es más importante la explicación de la obra que la obra en sí misma, malo.
Me gustan más los antiguos vendedores de mantas zamoranas.
india -
La experiencia estética va más allá de ¡oh, qué bonito!, ya que vosotros mismos decís que os produce miedo, repugnancia, asco (y ganas de salir corriendo...). ¿Dónde está el límite?
¿Por qué lo de Beuys no y esto de Goya sí? a mí la cabeza del corderito o el pavo muerto no me producen ningún agrado:
-http://lacomunidad.elpais.com/blogfiles/a-la-sombra-de-un-olmo/Bodegónconcostillaslomoycabezadecordero.jpg
-http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/jpg/GOP01772.jpg
Estarán de acuerdo en que la sensación se multiplica cuanto más realista es una obra.
el brujo don carlos -
¡Lástima!
(voy a por otro cubata)
telemaco -
Vere -
Santo Domingo usaba gallo donde él usa liebre. El caso es hacer milagros -lo que dinamita lo cotidiano- me parece la mejor definición del asunto.
El viejo más joven del palco -
anarkasis -
antonio -
¿No hay un bidé por ahí? O como decían, aquellos polvos trajeron estas láminas de oro.
Supongo que el "artista" se refería, aún, a la II Gran Guerra. Dejó traumatizada durante décadas a mucha gente. Por eso los existencialistas y demás movida, supongo, con ese tipo de arte intentaron exorcizar los fantasmas del horror.
En cualquier caso, voy al baño.
Vailima -
mizo -
Beuys es de los pocos artistas conceptuales de los
que si no puedo entender su obra, si comparto, al menos, algunas de sus intenciones (que me figuro yo) conociendo de donde parten y las raices de donde surgieron.
Y encima me gustan algunas de sus obras.
Paseis buen día.
luis -
Recientemente, en términos históricos, se ha dado mucha importancia al planteamiento intelectual de una obra, tanto que la propia obra puede ser perfectamente obviable. Imho, para eso están las narraciones. Si a esto unimos que el interés de los coleccionistas y galeristas no es en tanto a la obra sino la constante necesidad de añadir nuevo material y jugar con el 5-10% de revalorización en dos años se alienta la manufacturización del arte en torno a una serie de ideas que pueden ser interesantes, pero de factura floja, y es que por mucho que uno se esfuerce, no es capaz de ver el sufrimiento humano en un lienzo comercial rasgado.