ASCO
Existen determinadas situaciones y actitudes que poseen la propiedad de darme un asco infinito y que, generalmente, van acompañadas (en este caso acompasadas) por una vergüenza ajena que me impide hasta respirar.
Estarán de acuerdo conmigo que el fin no justifica los medios y lo que debía ser un concierto benéfico se convirtió, musicalmente hablando, en la matanza de Texas, a palo seco, con motosierra y sin condón. El Duque de Alba se hubiera puesto las botas y hubieran rodado cabezas, no en Flandes ni donde a saber quién puso la pica, sino encima de un escenario donde se encontraban un grande de la música (por su volumen en este caso), un escudero de lunar en ristre, una orquesta que a punto estaba de alcanzar el orgasmo y un coro infantil (¡madre cómo los odio!) dirigido por una histérica a lo Jackson Brothers que en lugar de dirigir parece quitarse de encima la simiente del diablo.
Chabacanería, ordinariez, mal gusto, necedad y prepotencia son algunos de los calificativos que se me ocurren amén de algunos otros que por decencia no soy capaz de escribir pero sí pensar.
El montaje es majestuoso de puro ordinario, sobrepasando incluso charangas y panderetas que diría el poeta y el público, como parte del nefasto espectáculo, se debate, bragas en mano, entre la vida ruin y la muerte barriobajera acompañando a un Enrique Iglesias que no se sabe la letra y un Pavarotti que sí se la sabe pero al que se le ha olvidado cómo debe cantarse con dignidad aunque sea una ranchera.
A cierta chelista poco le falta para empezar a volar y elevarse como un globo sonda por encima de los miles de irracionales que babean cuando el joven cantante acaba sus frases por falta de aire (a eso se le llama “estilo propio”). El mismo aire que el diafragma del grande parece haber evaporado entre tantos cielos y lindezas cuando se arranca un Do que en lugar de pecho resulta de cojones.
Asco y si no, juzguen.
22 comentarios
Ulises -
wikillo -
Kore -
Madre mía!!
Alis -
Jorenob -
En fin ahora se ha unido al carro la Hilton, espero que no se junten los tres y hagan versiones en esa linea -pobres Panchos-.
En fin voy a tomarme algo para la acidez. ;-S
el güevón enmascarado -
Vailima -
De todas formas, reconoced que al menos un poquito os ha gustado.
Un abrazo a todos.
Óscar -
Carlos Leiro -
Letra: Enrique Santos Discépolo
Música: Enrique Santos Discépolo
Año: 1935
Se estrenó en el teatro Maipo interpretado por la actriz y cantante Sofía Bozán. La versión más difundida de Cambalache fue en la voz de Julio Sosa y es como se inmortaliza en el salón de los tangos más destacados y vigentes del siglo veinte.
Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también;
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseaos.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
¡Que falta de respeto,
qué atropello a larazón!
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto al calefón.
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo´a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley.
Digamos que en el siglo XXI es lo mismo. Ademas horrorizarnos de que todo lo que de protagosnis y sume a los egos de estas grandes maquinas de egomaniquear bienvenido al estomago latiente, devorador y vomitivo.
Y a no olvidar que nadie esta al borde de la situación como para golpearse al pecho a lo Tarzan y creerse tan puro como Jugo de nube cupidezca.
Sigo prefiriendo el Cucurrucucu susurrado por Caetano
Dem -
Charles de Batz -
Yo, por mi parte, no se si superaré algún día su visionado.
Francesco -
telemaco5 -
ladydark -
Palimp -
¡¡Esto que es!!!!!!
¡¡Arghhhhhh!!!!!!
Lola -
Vailima -
Vailima -
telemaco -
Ver a Pavarotti cayendo tan bajo me ha hecho recaer en mi depresión postvacional.
anarkasis -
- yaestás puniendote estupendo otra vez, Max, vivan los lunis.
alllllataqueeeee
Vailima -
un abrazo
ladydark -