PARIS DE LA FRANCE (1)
Me van a permitir la intromisión. Mi blog lleva dos años en letargo y ya no me duele; pero el de Vailima me duele. Por eso, y porque tenemos muchas cosas que contar, hemos llegado Vailima y yo a un entente cordiale. Yo las cuento y ella las lee antes de publicar, retoca, mueve, quita y pone. Así, es como si lo hiciéramos ambos. Como podrán suponer, la crónica falta de tiempo es la culpable, y nuevas aventuras intelectuales por su parte le hacen más difícil escribir como antes.
Bueno, al grano. Acabamos de regresar de un viaje maravilloso. No se trata de las islas Seychelles ni de Vietnam o la Patagonia. Se trata de París, que no sé si será mejor, pero desde luego no es peor.
Tenemos bastantes cosas que compartir, y podemos empezar por el cementerio de Père Lachaise. Sabíamos que visitar un cementerio podía ser divertido, pero no tanto. Aún recordamos el cementerio judío de Praga, y la impresión que nos causó hace un año. Maravilloso en su desmoronamiento, como pueden apreciar en la foto siguiente:
Este cementerio parisino es diferente, sobre todo por lo variado. Lo sublime y lo ridículo se combinan a la perfección. Y los cuervos, unos maravillosos cuervazos zaínos a los que no parece faltar alimento saludan al visitante y se dejan fotografiar como pueden ver en la foto que encabeza este post. Disfrutamos de una mañana muy fría, con muy poca gente.
Como venimos de dos mundos diferentes y nos gusta tender puentes, hemos dividido el viaje en dos semiviajes: el París científico y el París artístico. Como no podía ser de otra manera, ambos hemos disfrutado intensamente de los dos.
De momento, una reflexión desde el lado de la ciencia: París está llena de calles dedicadas a grandes hombres de las ciencias: Rue Cuvier, Rue Monge, Rue Lavoisier, Rue Buffon, Rue Pascal, Rue Cauchy, Rue Lagrange, Rue Clairaut, Rue Laplace... Francia está repleta de gigantescos hombres de ciencia junto a gigantescos hombres de letras. Todos tienen su reconocimiento en la capital. Me da envidia.
Otra reflexión: en los museos por lo general se pueden sacar fotografías libremente, con y sin flash. En las iglesias también. Muy diferente de la caza que en España está abierta contra quien osare fotografiar obra de arte alguna en suelo patrio. El acceso a la cultura puede ser promovido o dificultado. De que se haga lo uno o lo otro dependerá en gran medida el nivel de conocimiento, de sensibilidad y de aprecio que la gente tenga por lo bueno y noble que los que nos han precedido produjeron. Aprovecho para mandar un saludo a las monjas, sacristanes y sacerdotes que tantas veces me han impedido fotografiar un capitel románico (o lo han intentado), especialmente al sacerdote de Sos de Rey Católico en Zaragoza y las monjas de San Andrés de Arroyo en Palencia.
Tengo bastante que contar: desde casas de adobe en pleno París, hasta museos de los que Vailima salía con los ojos arrasados por las lágrimas, especierías de barrio de colores y olores inenarrables, gloriosas comidas tradicionales francesas, paseos por el barrio latino, preciosas pequeñas iglesias góticas de los barrios, museos de historia natural decimonónicos, tiendas de fósiles espectaculares, la estela de Naram-Sin...
Todo a su tiempo.
14 comentarios
mizo -
Saludos.
Landahlauts -
En el blog de un amigo, hace unos meses, comentábamos sobre lo de las fotografías: a mi me asombró que en el edificio de las Naciones Unidas dejaran hacer fotos. En realidad sólo estaba prohibido fotografiar la garita de seguridad de la entrada. Aquí... hasta en un supermercado de barrio te prohíben hacer fotos (será para no copiarles las ideas).
Lo dicho, me alegra vuestra vuelta y ver que habéis disfrutado. Saludos.
isabelbarcelo -
eclectico -
Bienvenidos de nuevo.
universo -
porcierto, podrías echarle un vistazo a el blog que acabo de hacer. hay de todo, no es solo de un tema:
universotuyo.blogspot.com
Calamity -
Qué bien que volvisteis. Cal.
el viejo más viejo del palco -
El tío Petraki me ha recordado a Saza en "Amanece que no es poco": ¡ah, República Francesa, República Francesa!
Naboleon -
brujo don carlos -
Microalgo -
Estuve con una novia mía (la que más lo fue) en el cementerio de Montparnasse para visitar la tumba de Cortázar. Ella puso sobre la lápida un montón de caracolitas marinas de Cádiz, en un homenaje cuya ternura, desde la distancia de años, aún me conmueve.
A lso pocos metros estaba la tumba de Alexander Alekhine, el jugador de ajedrez, destrozada y deliberadamente no reparada, con las mil historias que pueden sacarse de ella...
Sí que merece la pena pasearse por los cementerios de París, sí señor.
Besotes.
Vailima -
Vere: me llevé alguna que otra sorpresa sí, y al final la de Modigliani se nos resistió. Los cuervos paracíamos nosotros.
Viajes más joven, si hubieras visto la maravillosa tienda de soldaditos de plomo...
Salamandra: qué alegría verte, y sí, la semana que viene hacemos un añito sin fumeque y la verdad que merece la pena. Pero bueno, lo de viajar es siempre una buena terapia y ya te llegará la hora, ya, de visitar cementerios famosos.
un abrazo a todos
Salamandra -
el viejo mas joven del palco -
¡BIENVUELTOS!
Vere -
Un abrazo.