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Vailima

MAMHADAS

MAMHADAS Todos tenemos algo que ocultar, algún detalle de nuestra vida que nos llevaremos a la tumba o al horno y que desaparecerá al tiempo que nosotros lo hagamos. Sin embargo, esta cuestión va siendo cada vez más complicada sobre todo para aquellos personajes con resonancia pública independientemente de la actividad a la que se dediquen.
Hoy he descubierto que me llevaré un secreto más, allá donde vaya cuando muera. Sí, amigos, un aspecto de mi vida que hasta hoy creía insignificante pero dadas las circunstancias he de callar después de escribir esto:
He sido becaria

No se crean, si fuera más floja de espíritu, reflexionar sobre esta cuestión y nombrarla me hubiera llevado varias sesiones de psicoanálisis. Y es que una se tiene que replantear su modus vivendi cada vez con mayor frecuencia. Les digo esto porque al paso que van los tiempos no me extrañaría que se organizaran grupos de inquisición en las playas (Torquemada´s beach) para expulsar de ellas a las depravadas que enseñáramos una teta o que idearan un sistema de seguridad y control moral destinado a aquellas aspirantes a becarias: control del himen, cinturón Armani de castidad y revisiones odontológicas regulares para evaluar los restos de semen alojados en la pared bucal. Un asco.

Todo esto viene a cuento por la noticia que se ha hecho pública hoy sobre otro “caso Lewinsky” en USA. Esta vez el m-amado es el senador demócrata John Kerry. Por ahora sólo se trata de un rumor que ha surgido esta madrugada en las páginas de Internet de Drudge Report, un foro de opinión de tendencia ultraconservadora pero bien informado.
Una becaria periodista es la que en esta ocasión ha hecho las delicias del político demócrata y a la que ya se ha invitado a abandonar el país montada en un avión.
¿Lo ven?, es que si una comenta a un grupo de amigos que ha sido becaria es como decir “he sido puta” y, eso, tal y como somos, no está muy bien visto.

Yo sólo pido una cosa.
Señoras esposas de presidentes o aspirantes a presidente: por favor, hagan un esfuerzo por la estabilidad política mundial. Expriman como puedan a sus cónyuges todas las mañanas antes de que acudan al despacho; un masaje (para liberar las tensiones del cargo), una buena sesión de sexo oral (porque hablando se entiende la gente) y un cohetillo (como contribución a la investigación espacial). Seguro que, de esta forma, se convertirán en las hadas madrinas de todas las mujeres que, como yo, no desean ocultar a sus hijos que una vez fuimos becarias.

4 comentarios

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Thanks for you sharing.That is good article.I like it.

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*Cambiar el destino de los conocimientos, el aprendizaje será mayor cuanto más ... ...

Vailima -

Personalmente, hago lo que puedo: tener una teta fuera y en la mano...

jose -

No entiendo esa moral americana. A todos los que critican a ese senador, les diría ¿Qué te importa?¿Qué te importan las vidas de los demás?¿Acaso por eso hace él peor su trabajo? No, creo que lo que no les gusta es tener un senador "que se acuesta con una becaria". Bueno, ¿Qué te importa que sea becaria? Para mí, lo que cuenta es el trabajo y no la imagen. Tan felices matando presos, y retransmitiendo esos asesinatos por televisión, y se indignan cuando ven una teta. Personalmente, si tuviera hijos, preferirían que en la mano tuvieran una teta en vez de una pistola.