LA VIRGEN DANDO UNA ZURRA AL NIÑO JESÚS DELANTE DE TRES TESTIGOS
”Fais-moi le plaisir
d’entrer et de sortir
sur la pointe
des
pieds”.
Paul Éluard, Le jugement originel , extracto
Hace un tiempo ya nos visitaba Max Ernst para mostrarnos su particular visión de la Piedad. Como les prometí, el artista ha vuelto y esta vez con una obra, por lo menos, intrigante. El lienzo que hoy nos ocupa se titula La Virgen dando una zurra al Niño Jesús delante de tres testigos y fue ejecutada en 1926. Observen:
Aunque les parezca mentira, se trata de un autorretrato. Los tres personajes situados detrás de la pared, en un discreto segundo término, son André Breton, Paul Éluard y el artista mismo. La obra tiene por tema un motivo recurrente (pero por entonces no violento) de la historia del arte. Como es de suponer se han querido ver, en esta metáfora cristiana de Venus y Cupido, referencias ocultas a una posible relación sexual inmersa en un episodio traumatizante . Se trataría de una escena turbadora donde se muestra a una madre infligiendo un maltrato a su hijo desnudo. Ernst no deja lugar a dudas sobre el carácter religioso subyacente del tema, con los retratos de la Virgen (vestida de la forma tradicional en azul y rojo) y del Niño Jesús. Sin embargo, al contrario de lo que pueda pensarse, no se trata de una Adoración de los Magos. Los tres observadores adoptan una actitud neutral y hasta descortés más que mostrársenos impresionados o respetuosos como debería ser.
En esta obra, el artista se vio inspirado, más por su severa educación cristiana que por la mitología, produciendo una imagen que incita controversia. De ahí que podamos dilucidar el espíritu iconoclasta que resultaría de suma importancia en el movimiento dada y en el surrealismo. A este respecto, el lienzo contiene una dosis turbadora de simbolismo:
La aureola caída en el suelo del Niño Jesús sugiere humillación y desesperanza; el movimiento que viene determinado por la mano que golpea expresa una gran cólera; el interrogante por la presencia de los tres personajes añade un elemento de diversión. Y yo me pregunto:
¿Acaso los tres curiosos aprueban el acto que están contemplando? Quizás, como sugiere Éluard, “hazme el favor de entrar y salir de puntillas”.
Hasta mañana, amigos.
9 comentarios
Ludwig -
Consuelo Alava -
Martha -
Martha -
Fonsu el carapitecu -
ta siempre
[borra erase abracadabra]
Mnemosine -
No conocía el cuadro.
El Lobo -
Vailima -
jeje
Un abrazo.
Palimp -
Gracias.