LA MALA EDUCACIÓN

Estos días en los que la rabia y el dolor se nos salía del cuerpo, estos días en los que se ha desayunado, comido y cenado con la televisión, la radio, internet, el móvil y demás artilugios que caracterizan nuestro tiempo, en estos días nuestros hijos (yo la primera) han tenido que contemplar las caras desencajadas de sus padres y comentarios que reconozco que hubieran tenido que ser emitidos en la intimidad de la pareja.
Estos niños son los hombres del futuro, de un futuro no muy lejano por cierto y por nuestra parte debemos de educarles en la tolerancia y en el diálogo. Cuando la semana pasada veía La Pelota Vasca, me impresionaron las palabras de la viuda de un ertzaina muerto por ETA. Pero no fueron las palabras de viuda, sino las que compartió como madre. ¿Podemos imaginar un sufrimiento tan grande como el que una mujer pierde al mismo tiempo su marido y el padre de sus hijos?¿Qué esfuerzo tiene que realizar aquélla para hacer comprender a su hijo de siete u ocho años que no se puede decir cuando sea mayor mataré a los que mataron al aita? ¡Qué tarea tan difícil!
En menor o mayor medida, todos deberíamos poner nuestro granito de arena a este respecto. Y no sólo con nuestros niños, sino también y desgraciadamente, en adultos que se dejan llevar por la sinrazón del dolor.
Cuanto más nos rompen el corazón, políticamente hablando, más tiempo hay que dedicarle a la Razón.
Que pasen un buen fin de semana.

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miguel -