LAS CÁRMENES QUE NO SON DE BURANA
A Carmen Sevilla le ha salido competidora a la hora de vomitar gilipolleces. Resulta que en este país nuestro tan de Bizet, parece que llamarse Carmen y ser subnormal del culo no es una casualidad si tenemos en cuenta la cantidad de carmencitas a las que se le ha desarrollado el cuerpo a expensas del cerebro. La Polo, afortunadamente ya bajo tierra, la Ordoñez que en coca y ná descanse, la Martínez Bordiú, asidua de regímenes autoritarios que hacen engordar su ego, la Sevilla con su Grecia
con sus pirámides
y el río Nailon y ahora la Carmen de todas las Cármenes, con título mobiliario y todo, presa de la presión de la prensa, nos deleita a todos los españoles con sentencias dignas de naturalezas sublimes como la suya que nuestros pobres y escasos espíritus no pueden ni entender. Por supuesto hablo de la Cervera, de la Tita porque para eso es pija y puede ponerse todos los diminutivos que quiera.
Parece ser que alguna fulana malintencionada acusa a la gran masturbadora de Barones patéticos y alcoholizados de que siendo socia de honor de una fundación para la protección de animales tiene el mal gusto de colgarse pieles en el cuello y de plantárselas sobre su cabeza a lo Daniel Bum. Pues en esa estaba el cuarto poder cuando alcachofa en ristre le pasan por sus narices a nuestra Carmen (que ya quisiera la de Sevilla) la susodicha información. Con un punto de soberbia y con la dignidad que sólo los grandes hombres de la historia poseen, la donante de donaciones contesta:
No sé de qué me hablan. No suelo leer nada que no haya escrito yo
Se te nota, puta, se te nota.
Parece ser que alguna fulana malintencionada acusa a la gran masturbadora de Barones patéticos y alcoholizados de que siendo socia de honor de una fundación para la protección de animales tiene el mal gusto de colgarse pieles en el cuello y de plantárselas sobre su cabeza a lo Daniel Bum. Pues en esa estaba el cuarto poder cuando alcachofa en ristre le pasan por sus narices a nuestra Carmen (que ya quisiera la de Sevilla) la susodicha información. Con un punto de soberbia y con la dignidad que sólo los grandes hombres de la historia poseen, la donante de donaciones contesta:
No sé de qué me hablan. No suelo leer nada que no haya escrito yo
Se te nota, puta, se te nota.
8 comentarios
Dem -
Raschid -
Carlos -
Y como esta persona no sabe ni escribir no lee nada :P Esto es porque se le dan mejor los números, de hecho los cuenta mejor si van impresos en unos papeles de colorines (a ser posible violetas, amarillos y verdes) que llevan el mapa de €uropa (para saber de donde es el pintor). También adquiere una destreza considerable al medir en unidades como "metros cuadrados", "abrigos de visón", "bisutería" y demás oropeles...
La verdad, es bastante triste :S
Palimp -
TioPetros -
Carl Philip -
Por cierto, a cuidarse, que nos tienes que escribir muchos artículos más.
Vailima -
A quién te refieres ¿a la sujeta baronesa o a la sujeta que suscribe?
Palimp -
Menos mal que no conozco a tan adorable sujeta...