LEONARDO DA VINCI: LA BELE FERONIERE (La dama del armiño) (y 2)
Todos los estudios concluyen en que la joven representada es Cecilia Gallerani, la amante de Ludovico Sforza, regente de Milán. Como ya habíamos descubierto por nosotros mismos, el peinado y, sobre todo, su mirada esquiva le hacen aparecer casta y pudorosa. Nuestra impresión, además, se ve corroborada por el animal que sujeta entre sus brazos. No se trata de un animal cualquiera elegido al azar. Sin ánimo de generalizar, dudo mucho que cualquier obra de arte muestre elementos (en este caso compartiendo el protagonismo con el personaje principal) al azar.
El animal es un armiño que como símbolo de castidad, refuerza la intención semántica tanto del artista como del propio cliente, como ya veremos.
Desde la Antigüedad, el armiño estaba considerado como atributo de pureza por su blanca piel. Además, por llamarse galé en griego, su nombre podría referirse a las primeras letras del apellido de la muchacha (Galle-rani), recurso retórico muy extendido en las cortes italianas. El armiño era, también, el animal heráldico de Ludovico por lo que podía ser identificado con él.
Observen cómo está modelada la musculatura del animal a base de ricos matices y cómo están acentuadas sus uñas extendidas, subrayando así el carácter del animal de rapiña. Es curioso que el significado de este último aspecto sea contrario a su significación religiosa y moral. El simbolismo sexual se hace patente en el cuadro. La garra deja al descubierto la manga hendida de la muchacha como un signo vaginal.
A estas alturas, ustedes ya habrán podido comprobar dónde radica el interés de esta obra. Además de en su cuidada ejecución, lo interesante es el secreto a voces que presenta, rico en ambivalencias y contradicciones de la moral oficial: la mujer debía ser casta, pero al mismo tiempo darse como amante. De ahí, que nuestra joven protagonista, nos muestre su huidiza mirada, primero por timidez (juventud y castidad), por temor a ser reconocida (como partícipe de un hecho pecaminoso) y, por último, porque tiene algo que ocultar (es la amante de un hombre poderoso a pesar de su corta edad).
El fondo del cuadro fue añadido posteriormente con la inscripción a la que hacíamos referencia en el post de ayer:
y no se debe a la mano de Leonardo (de ahí el tono afrancesado de la misma). Literalmente significa “la bella comerciante en hierro”, apodo éste de una querida de Enrique II y nombre que lleva aún en el Louvre, el retrato de una mujer, pintado por Leonardo entre 1485 y 1488.
Llegados a este punto en el que disponemos de las claves de la obra, les recomiendo que pasen de nuevo a la primera fase, es decir, a la mera contemplación del cuadro. Si lo ven diferente, si les gusta más, será que esta serie de post habrá cumplido su objetivo. Si no es así, no crean que han perdido el tiempo, quién sabe, quizás se presenten algún día a un concurso de televisión y ganen muchos millones de euros gracias a la bele feroniere y su armiño blanco.
26 comentarios
Viagra Online -
carmen -
La estoy copiando y me encuentro con la dificultad de reproducir esa mano que me parece tan ambigua. Se os ocurre algo?
Vailima -
tamy -
esa es mi duda porfavor me la pueden contestar es verdaderamente urgente plis se lo agradecere
saludos a todos
bye
gawi -
Que interesantes matices...te linkeo.
Saludos
Diego -
Los armiños son mucho más pequeños y tienen el pelaje blanco puro, y los ojos negros
Los hurones albinos son blancos amarillentos, de ojos rojos y de ese tamaño
un saludo
hermine -
Vailima -
Un abrazo
Alberto -
Vailima -
creaturica -
Markheim -
Felices sueños a todos.
Santino -
Markheim -
El título \"La bele feroniere\" que aparece en el cuadro es un añadido del siglo 18 y erróneo, burda traducción al italiano de \"La Belle Ferronière\", título por el que es conocido otro retrato de Leonardo de una dama (no se conoce ciertamente su identidad), luciendo en su frente una joya con una cadena que era identificada con el nombre de \"ferronière\". En Francia e Italia, era usada para disimular las marcas de la sífilis. El \"ferronière\" volvió a usarse en el siglo diecinueve cuando la sífilis era una epidemia en Europa. Debe su nombre a Madame Ferron, amante del rey francés François I.
Enhorabuena a todos por el comunicado de ETA que dice que abandona la violencia definitivamente. Como dicen los políticos, no podemos confiarnos, pero ahí está esta declaración de hoy. Sé que este no es lugar para estos temas, pero debemos estar felices porque con la paz viene lo más importante de la vida: La libertad.
Buenas tardes a todos.
Lilith -
Con tus comentarios de hoy realmente veo el cuadro con otros ojos Vailima. No había reparado en el simbolismo sexual de la garra del armiño sobre la manga de la joven. Espectacular.
Markheim -
Este cuadro ha sido retocado en varias ocasiones, hasta finales del siglo 18, por lo que su aspecto no es el que tenía cuando el pintor lo ejecutó. Entre otras cosas se cree que un paisaje formaba el fondo de la imagen, ahora negro.
Dejando de lado los aspectos artísticos de la obra, (mis conocimientos de arte no me autorizan a crítica alguna), creo que la pose de la mujer, mirando no sabemos qué, es consecuencia del talento del autor para el retrato. ¿Evitó pintar ese rostro mirando de frente?. Puede ser que sus facciones (cara redonda) le aconsejaran representarla ligeramente de perfil.
Respetando siempre la opinión de los demás, no creo que su mirada huidiza se deba a su timidez o temor a ser reconocida o porque tuviera algo que ocultar, por dos circunstancias que voy a exponer, Primera: En la época de nuestros protagonistas no estaba mal visto (salvo en ocasiones por la Iglesia) ser la amante de un personaje poderoso, como el Duque Ludovico de nuestra historia, o de los reyes, más bien lo contrario, era motivo de orgullo, de posición social y de riqueza. Las amantes se paseaban por la corte con toda naturalidad. Segunda: El mismo año que Ludovico el Moro de casaba con Beatrice D'Este, nacía un hijo suyo y de la mujer del retrato Cecilia Gallerani.
Resaltaría de este cuadro la originalidad de la posición de la figura, ligeramente ladeada, y su luminosidad.
Es la opinión muy personal que puedo dar con mis limitados conocimientos y con la ayuda de internet (milagro de utilidad) y espero no haber aburrido a ningún lector.
Me hubiese gustado poder publicar antes mi comentario, pero debido a mi ocupación no ha sido posible.
Hasta la próxima ocasión, que espero será pronto.
Lola -
Lola -
Vailima -
Markheim -
Existía la leyenda de que este animal prefería morir antes que manchar su pelaje inmaculado. Pero creo que esta atribución se refiere más al aspecto personal del honor y buen nombre de los Duques de Bretaña que lo adoptaron como animal heráldico con esta era divisa: \"potius mori quam foedari\" (antes morir que ser mancillado), que a la personalidad o virtudes de la mujer.
El armiño era un animal muy común en esa época. Emblema de Ana de Bretaña que se casó con dos reyes de Francia, su imagen aparecía constantemente en los castillos del Loira.
Por otra parte, también era común tenerlo domesticado en las casas como cazador de ratones.
Seguiré más tarde con otro comentario en el que expondré mi visión general del cuadro, simplemente por lo que es: un sencillo retrato hecho por encargo, como quien en los años 50 iba al estudio del fotógrafo para hacer la fotografía y colgarla en la pared de su casa.
Hasta más tarde.
Vailima -
Lola -
CM -
ladydark -
Jafatron -
Ahora la vista se para en muchos más puntos de la obra en lugar de explorar su superfície.
Únicamente falta que me llamen de la tele y forrarme para culminar la obra, maestra. No sobra ninguna coma, por cierto.
vere -