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Vailima

UN REMBRANDT ENTRE LOS MATORRALES

A pesar de lo que el título del post de hoy pueda sugerir, no se trata de que haya aparecido ninguna nueva obra de este ilustre pintor perdida entre las malezas de los alrededores de un museo o de una casa solariega. Más bien, se trata de un jugueteo “guarrete” (si me permiten la expresión) que el mismo Rembrandt preparaba para los espectadores más avispados. Me explico.

Observen la imagen siguiente. Se trata de un aguafuerte titulado Omval (ruina) realizado en 1645:

 

 

¿Qué vemos?

Un sereno paisaje por donde transcurren calmas las aguas de un río. En la orilla del fondo hay un embarcadero, un molino de viento y varias embarcaciones. En nuestra orilla, porque nosotros nos encontramos ahí, se representa una figura masculina que parece contemplar cómo navegan unos cuantos paisanos en una pequeña embarcación. En la parte izquierda de la obra un viejo sauce acompañado de malezas.

¿Qué no vemos?

Como no podía ser de otro modo, una de las cosas que el arte comparte con el apasionante mundo del sexo es ese matiz, leve por su propia naturaleza, al que denominamos sugestión. Pues bien, el ladino de Rembrandt, escondió detrás de los matorrales a una pareja de amantes clandestinos que aprovechando el apacible día darían buena cuenta del amor (al menos carnal) que se profesaban.

Reconozco que la escena nos pase desapercibida máxime cuando la reproducción que les presento es la mejor que he podido encontrar aunque, créanme, en la que una servidora tiene en papel, se distingue un poco mejor la escena que el pintor nos sugiere. Para pillarlos in fraganti, a continuación les presento la imagen marcando los cuerpos del delito en rojo carmesí (que es lo suyo):

Esta licencia ya había sido utilizada por Rembrandt dos años antes en otro aguafuerte titulado Los tres árboles:

En esta ocasión los amantes también se ocultan detrás de unos matorrales y su presencia es (al menos para mí) totalmente imperceptible, pero hagamos un acto de fe y creamos a pies juntillas lo que nos cuentan los expertos. Como en el caso del aguafuerte anterior, les marco el lugar exacto donde el artista tuvo a bien dejarnos a un par de amantes ocultos y convertirnos por la magia de su mano, en voyeurs y no en simples espectadores.

 

 

¡Cuidado!, amenaza tormenta.

13 comentarios

Vailima -

Me temo lo peor. No quiero ni pensarlo.

Neferura -

Y digo yo...¿no pensáis que si Rembrandt levantara la cabeza se estaría riendo a carcajadas de nosotros?

Vailima -

jaja, cándidos y puros. Lo que yo te diga, amigo. Lo que pasa es que queréis ver una escena escabrosamente sesuá y de eso nada.

Jose -

Debo de tener unos ojos muy puros y candidos porque no veo na de na.

Vailima -

No seas exagerado, Charles... quien más o quien menos ha experimentado un "momento Rembrandt" en su vida. Eso sí, era más jodidillo si vivías en un pueblo. Salen vecinas amigas de tu madre hasta de los mismos matorrales.

Charles de Batz -

Bueno, ¿y a mí quién me paga la factura del oculista?: con el de los tres árboles me he dejado la vista buscando a la susodicha pareja !que arte tienen escondiéndose!. Esta claro que en mis tiempos mozos hubiera agradecido que me contaran como lo hacían para ocultarse tan bien de las miradas ajenas... ;-)

Salud

Vailima -

perdona Neferura, que me había olvidado. Del segundo aguafuerte yo no veo nada. Del primero intuyo y me parece ver la mano de la mujer (de eso estoy segura) y cómo está reposando, medio recostada sujeta con el cuerpo del hombre. Claro que lo que tú dices, un acto de fe...
saludos

Vailima -

Va a ser lo que dice curruco: que con tanto fisgón les ha entrado el apurillo y se han ido a otro aguafuerte a terminar la faena.

anarkasis -

menos mal que palimp ... y aún así me cuesssssta, no se si están al oficio, al beneficio, o jugando al parchís, pero es curioso si.

curruco -

Claro que no lo veis. Si con tantos mirones, se han ido a otro sitio.

Neferura -

Siento estar espesa, pero ni con la versión ampliada de Palimp. ¿Podría alguien marcar los contornos de las siluetas de la pareja?

Salamandra -

Si no es por Palimp no lo veo. Pero a veces se puede hacer un ejercicio de fe (en tí y en Rembrandt).

Palimp -

Aquí hay una más grande:

http://www.conncoll.edu/visual/Rembrandt-prints/landscape/hi/box%2040-20-rembr.jpeg

¡Menudos pícaros!