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LA APARICIÓN DEL EXPRESIONISMO (y 2)

LA APARICIÓN DEL EXPRESIONISMO (y 2) ”Nunca hubo época más turbada por la desesperación y por el horror de la muerte. Nunca un tan sepulcral silencio ha reinado en el mundo. Nunca el hombre fue tan pequeño. Nunca estuvo más inquieto. Nunca la alegría estuvo tan ausente y la libertad más muerta. Y he aquí gritar la desesperación: el hombre pide gritando su alma; un solo grito de angustia se eleva de nuestro tiempo. También el arte grita en las tinieblas, pide socorro e invoca al espíritu: es el expresionismo.”
H. BAHR, 1916, “Expressionismus”

Si como decíamos ayer pueden apreciarse ciertos hilos de continuidad entre el modernismo y el expresionismo, no ocurre lo mismo con la relación de este último con el movimiento impresionista. Aunque el desarrollo del impresionismo fue muy limitado en Alemania, las posturas de uno y otro son totalmente opuestas.

A principios del siglo XX, Berlín se había convertido en un hervidero cultural. Bien por las exposiciones de la Sezession (asociación que se fundó como respuesta al cierre oficial de una exposición de Munch y que se convirtió en el centro que acogía a todos los pintores impresionistas y antiacadémicos); bien por las nuevas ideas de P. Cassirer hablando de Van Gogh, Gaugin, Munch, Ensor, etc..., estaba claro que había nacido una nueva visión del arte que pasaron a denominar expresionismo .
En 1911 ya circulaba este término que abarcaba indiferenciadamente todo el arte de vanguardia nacido en reacción al impresionismo que era en ese momento considerado como punto de referencia fundamental.
¿Por qué ese choque frontal entre ambos movimientos? Pues muy sencillo.

La tradición naturalista concebía el arte como el resultado de un doble proceso: por un lado la percepción sensible y, por otro, su reelaboración racional posterior según las leyes establecidas. Es decir, veo y plasmo lo que veo según determinados cánones de los que no me puedo salir. A este respecto, los impresionistas representaban la culminación de esta tradición, por eso decimos que son opuestos a los expresionistas. Mientras que el impresionista es un arte optimista que encuentra su objeto en la materia y su principio en la experiencia inmediata de la realidad exterior; el expresionista, por el contrario, es pesimista, espiritual y subjetivo:

”El impresionismo fue el arte del golpe de vista. No se captó la esencia de las cosas ni su último significado, porque el relámpago de la creación sólo los había iluminado por un instante.(...). El expresionismo, en cambio, no mira, ve; no cuenta, vive; no reproduce, recrea; no encuentra, busca”

A pesar de esta aparente contrariedad, el impresionismo constituyó un eslabón importante para comprender el expresionismo y el arte moderno en general. El impresionista no realiza una reconstrucción racional de la realidad, de las sensaciones percibidas, sino que se limita a transcribir la imagen fugaz que el artista percibe de dicha realidad. El artista impresionista desnuda la realidad y pone de manifiesto el carácter relativo de la misma. Evoquen por un momento, aquellas obras de Monet, en las que juega magníficamente con la luz en Le grand canal de Venecia (1908) o en la serie sobre Le portail de la Catedral de Rouen “temps gris, effet du matin, effet du soleil (1894)... La misma realidad en diferentes momentos del día. Unas y otras no constituyen la misma “cosa”.

A este respecto, los expresionistas llevan hasta sus últimas consecuencias la “duda” de la realidad, y se comportan como enemigos de la naturaleza. El artista expresionista desconfía de la realidad y se rebela contra ella, hostil, amenazante. Pero la cuestión no es cerrar los ojos ante ella sino mirarla hasta el punto de traspasarla y desenmascararla. Se trata, pues, de recrear o demorfar la realidad para expresar con mayor intensidad el efecto anímico que le produce lo que ve.
El pintor expresionista no es un observador sino un visionario donde la intuición se superpone a la razón y fusiona ética y estética hasta alcanzar una unidad.
Pero el existencialismo está solo aunque existan otras tendencias vanguardistas tales como el fauvismo, el cubismo o el futurismo de las que incluso emplee aspectos y técnicas.
Lo importante no es que consideremos al expresionismo como un movimiento artístico sino como el clima cultural de una época que absorbe elementos y orientaciones diversas. Del silencio al grito, al lamento, al desgarro y una realidad transfigurada en arte, toda para nosotros, aquellos que estamos acostumbrados a mirar y no ver; a contar y no a vivir; a reproducir y no a recrear, a encontrar y no a buscar.

Espero que les haya entretenido. Al menos, esa ha sido mi intención y de paso, la próxima vez que roben El grito de Munch dispondremos de un nuevo criterio de juicio.
Un saludo, blogueros, amigos.

10 comentarios

Necros -

vale oçhongo esta pagina

*angeles* -

hola soy engeles tengo 11 eños y me encanta el arte desde chica voy a un lugar que enseñan pintura .

entre a esta pagina para ver algo del impresionismo por que en plastica de la escuela estamos viendo ese tema
y me encanto

en la nota del boletin tengo un 10 por que a todos le gusta como yo dibujo

besos a todos

chau anyi*

Vailima -

Gracias Eliana. Espero verte por aquí.
Un saludo

ELIANA -

YO YA ME LEI LA OBRA DE "LA DIVINA COMEDIA" ME PARECIO MUY INTERESANTE Y TU TRABAJO ESTA MUY BIEN HECHO TE FELICITO

Carl Philip -

No tengas ningún miedo, si en algo disentimos lo podemos resolver conversando civilizadamente. Y si es por cuestiones técnicas, cuanta con mi ayuda.

Vailima -

Para Sirotxo.
No he leído esa obra. ¿Cuál es la gangrena a la que se refiere?
Me lo recomiendas?
Un saludo

Vailima -

La semana que viene me parece que le voy a hacer un guiño a Kafka y haré alguna excursión por alguna obra de arte un tanto extraña.
Por cierto, Carl P., tenía en mente hacer algo sobre Schönberg, Loos y Kandinsky pero miedo me da contigo. Bueno, miedo no, un poco de reparo. Al fin y al cabo, la música es lo tuyo. Con Loos y Kandinsky ya tengo confianza.
Un abrazo.

Sirotxo -

"Un mal que los corroe por dentro, una gangrena que tal vez se llame vivir...", leido en La Gangrena de Mercedes Salisachs

Carl Philip -

En la de Vailima se aprende mucho. Bonita web, Lola. Espléndido post, Vailima¿ ¿seguirán?

Lola -

uf, para que luego digan que no se aprenden cosas con los blogs. Muchas gracias por la información tan bien puesta!