LA CENA: GALERÍA DE ARTE EN DOS ACTOS
ACTO I
Viernes 5 de noviembre de dos mil cuatro
Carl Philip, Señor de Potsdam 1747
Kaplaucius, Señor de A Perfect Vacuum
Flor, esposa de Kaplaucius
Concha, musa de Botticelli
Tio Petros, Señor de Tio Petros
Vailima, esposa de Tio Petros
Retrato surrealista
Quedan a las 20:30 h en la puerta del restaurante elegido por Carl Philip: La Vaca Verónica. No se conocen físicamente. Cita a tientas. La misma persona que ha reservado mesa en la vaca con nombre propio obsequia a Vailima y a Tio Petros una muestra de la música de la Edad Media y el Renacimiento: Bella imagine.
Retrato simbolista
Kaplaucius se encarga de inmortalizarles con su cámara (una de las nueve o diez que ha reconocido públicamente poseer) cada vez que alguno de ellos se dispone, a su vez, a hacer una foto.
La foto dentro de la foto que diría Gauguin. Técnica con magníficos resultados, por cierto.
Retrato impresionista
Tio Petros, Flor, la patata y la topología. La patata cambia de lugar varias veces. No se destruye ni se desgarra. Las manos de Tio Petros transforman al delicado elemento salado ayudado de la luz y la perspectiva. Un maestro.
Retrato costumbrista
Hablan alrededor de una mesa llena de bebidas. Carl Philip despliega sobre ella sus tres pipas. Sus manos muestran hábilmente la destreza con la que ejecuta el ritual de vaciarlas una y otra vez sobre el cenicero en el que paulatinamente van desapareciendo los cigarrillos de Vailima en una guerra sin vencedores ni vencidos.
Observando la escena, un pintoresco personaje les dirige unas palabras. Todos ellos callan para escudriñar al hombre que se ha escapado de una obra de los Alvarez Quintero: ¡Ojalá te hagan almanaque para que todos los días te arranquen algo! Fermín Romero de Torres nos arranca una sonrisa cuando Kaplaucius arrebata con su cámara al personaje de la novela de Ruiz Zafón una imagen para la historia del hombre.
Retrato renacentista
Como en un baño turco de Ingres se encontraban los personajes, cuando todo el Renacimiento se acercó a ellos. Era ella, sobre una Concha, la misma Simonetta Vespucci emergiendo de la espuma de la noche como una Venus. Tio Petros y Vailima la reconocieron al instante: Ella, la Humanitas. Como buenos discípulos todos la escuchaban con devota atención. Parecía tan real...
Retrato secesionista vienés
...y llegó el momento de Klimt. Cerca de las tres y media de la madrugada se dijeron adiós, cuando el último recuerdo que pudieron capturar todavía latía en sus mejillas: el beso.
Carl Philip, Tio Petros y Vailima entonaron un hasta mañana. A Flor, Concha y Klapaucius les desearon un hasta pronto.
fin del primer acto
Viernes 5 de noviembre de dos mil cuatro
Carl Philip, Señor de Potsdam 1747
Kaplaucius, Señor de A Perfect Vacuum
Flor, esposa de Kaplaucius
Concha, musa de Botticelli
Tio Petros, Señor de Tio Petros
Vailima, esposa de Tio Petros
Retrato surrealista
Quedan a las 20:30 h en la puerta del restaurante elegido por Carl Philip: La Vaca Verónica. No se conocen físicamente. Cita a tientas. La misma persona que ha reservado mesa en la vaca con nombre propio obsequia a Vailima y a Tio Petros una muestra de la música de la Edad Media y el Renacimiento: Bella imagine.
Retrato simbolista
Kaplaucius se encarga de inmortalizarles con su cámara (una de las nueve o diez que ha reconocido públicamente poseer) cada vez que alguno de ellos se dispone, a su vez, a hacer una foto.
La foto dentro de la foto que diría Gauguin. Técnica con magníficos resultados, por cierto.
Retrato impresionista
Tio Petros, Flor, la patata y la topología. La patata cambia de lugar varias veces. No se destruye ni se desgarra. Las manos de Tio Petros transforman al delicado elemento salado ayudado de la luz y la perspectiva. Un maestro.
Retrato costumbrista
Hablan alrededor de una mesa llena de bebidas. Carl Philip despliega sobre ella sus tres pipas. Sus manos muestran hábilmente la destreza con la que ejecuta el ritual de vaciarlas una y otra vez sobre el cenicero en el que paulatinamente van desapareciendo los cigarrillos de Vailima en una guerra sin vencedores ni vencidos.
Observando la escena, un pintoresco personaje les dirige unas palabras. Todos ellos callan para escudriñar al hombre que se ha escapado de una obra de los Alvarez Quintero: ¡Ojalá te hagan almanaque para que todos los días te arranquen algo! Fermín Romero de Torres nos arranca una sonrisa cuando Kaplaucius arrebata con su cámara al personaje de la novela de Ruiz Zafón una imagen para la historia del hombre.
Retrato renacentista
Como en un baño turco de Ingres se encontraban los personajes, cuando todo el Renacimiento se acercó a ellos. Era ella, sobre una Concha, la misma Simonetta Vespucci emergiendo de la espuma de la noche como una Venus. Tio Petros y Vailima la reconocieron al instante: Ella, la Humanitas. Como buenos discípulos todos la escuchaban con devota atención. Parecía tan real...
Retrato secesionista vienés
...y llegó el momento de Klimt. Cerca de las tres y media de la madrugada se dijeron adiós, cuando el último recuerdo que pudieron capturar todavía latía en sus mejillas: el beso.
Carl Philip, Tio Petros y Vailima entonaron un hasta mañana. A Flor, Concha y Klapaucius les desearon un hasta pronto.
fin del primer acto
12 comentarios
Klapaucius -
no, lo envie una vez, y aparecio una vez, luego volví y ya estaba triplicado. :-?
Vailima -
jeje
Klapaucius -
Carlos -
Carl Philip -
Klapaucius -
Carlos -
Que uno vive en una isla "pallí bajo" (allá abajo en un canario bien cerrao), y Madrid le queda lejos xD, me ha gustado ver la forma que tiene cada uno de contar la misma cosa :D voy al blog de Tio Petros a ver como lo contó..
PD Vailima como puedes ver, ¡ni una abreviatura! jaja
Palimp -
Me ha gustado la galería...
Carl Philip -
Klapaucius -
Gracias, de verdad.
Vailima -
Un saludo
Lola -