DIE BRÜCKE: LA OTRA ORILLA

De este modo transcurrió sus vidas hasta que en 1911 abandonaron el antiguo almacén y se trasladaron a la capital del imperio: Berlín.
Como en todas las grandes ciudades el anonimato, la diferencia de clases, la vida nocturna y la presencia de otros grupos artísticos y otro estilo, en general, de vida fueron en un primer momento- el primer obstáculo al que pensaban hacer frente los jóvenes de Dresde. Poco tardaron en darse cuenta de que sólo aquel que pudiera hacer algo nuevo tenía la batalla ganada. Por lo tanto, la vida-arte en común constituyó un impedimento más que su tabla de salvación. Había que librarse del estilo colectivo y hacerse individual.
Ya saben ustedes el final. Como la crónica de una muerte anunciada el espíritu del cual nacieron y alimentaron fue asestado con un golpe mortal. Lejos quedaban ya las estancias en los estanques de Moritzburg, en Dangast, en Nidden o en la isla Fehmarn.
En 1913 destruyeron su propio puente: al cruzar la otra orilla se olvidaron de lo que dejaban atrás.
2 comentarios
Carl Philip -
Palimp -
Plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas....