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Vailima

ESMALTES Y CAMAFEOS

Soy siempre la odalisca que despierta de un dulce sueño bajo la atenta mirada de mi guardián mientras la música que tañe mi esclava me devuelve a este mundo de rojos, verdes y dorados. Me contoneo como un instrumento que arrastrara las notas suaves que me acarician. Estoy casi desnuda, porque si ustedes lo quieren, he amado y la sensualidad y la indolencia me acompañan en el retorno.

Nazco a través de un dibujo –como mi esclava- y os ofrezco mi cuerpo al que apenas vistieron enredándome entre sedas y finas telas, encuadrándome en un perezoso contorno entre el mango del laúd y la columna de roja tela.

Mi eunuco me contempla con privación y en silencio mientras el fuego de su deseo imposible se agolpa entre sus piernas. Mi tañedora desvía su mirada para no caer también rendida ante el deseo y yo la miro, inclinando mi cabeza, jugando con mi cintura, a ofrecerle lo prohibido mientras mi cabello se desborda entre almohadones de plumas. Con un simple movimiento, las sábanas descubrirían el fruto tan anhelado, el sueño inacabado en esta estancia oriental también tan imposible entre rojos, verdes y dorados ingres. La balaustrada renacentista me dice que ni el tiempo puede impedirme que ustedes me contemplen de este modo y así traigo conmigo los versos de Théophile Gautier quien en su obra Esmaltes y Camafeos, conserva viva en la memoria esta escena en la que me desperezo y me ofrezco como soy siempre, la odalisca que despierta entre rojos, verdes y dorados sueños.

 

¡Lo mismo que la odalisca de Ingres,

colmando la armonía de sus caderas,

a pesar de las virtudes enclenques

a pesar de estériles pudores!

Odalisca perezosa, ¡atrás!

he aquí el cuadro a pleno día,

el diamante bajo su luz,

he aquí la belleza durante el amor.

Su cabeza cuelga y cae hacia atrás,

enderezando jadeante sus pechos,

en brazos del sueño que la acuna,

cae rendida sobre los almohadones.

7 comentarios

sebastian serna ozuna -

perros hps no es la respuesta q buscaba perros maricas hps

alicia -

¿Alguien puede decirme de que va el libro de esmaltes y camafeos y que particularidades lingüísticas tiene?

Caro -

Ingres no es uno de mis preferidos soy más de Gericault, pero este en particular es muy sugestivo y bocólico,una se relaja al miaralo ¿no?...
Lle´gué aca de blog en blog...y la verdad estubo bueno, saludos

Jafatron -

Estoy con Lady, tus palabras Vailima nos facilitan tanto la tarea... Muchas veces me siento aquí como un niño en el Thyssen en una de esas sesiones a las que Lady asiste.
Por cierto, hace días que quiero comentarte algo, cuesta muchísimo entrar en tu casa por las noches, lo sabías?
Un abrazo

ladydark -

Parece que hemos cambiado los jueves por los viernes, pero me gusta, muy, muy, muy sensual, tanto el cuadro como el bello texto que has construido, me dan ganas de hacerme odalisca, ¡sienta tan bien que la deseen a una!

herzebeth -

¡hola! que "refrescante" (como dicen los gringos) ver el ideal de belleza con pancita... estas a mi, sobre todo en "El baño turco", me han parecido siempre mas placidas que sensuales.
"El artista se inspiró para la realización de estas pinturas en las descripciones literarias que tratan de temas orientales. En sus cuadros recogió hasta los más insignificantes detalles de estas mujeres, llenas de hermosura, gracia y belleza, que cuidaban su piel como el tesoro más importante de su existencia. Así vemos a las bañistas y odaliscas de Ingres mostrarnos su cuerpo radiante y luminoso, sin que exista en sus actitudes y poses señal alguna de obscenidad o desvergüenza. Parecen mujeres inocentes y candorosas que muestran su desnudez con candidez e inocencia".

Zifnab -

Pues si que es sensual el cuadro para que nos vamos a engañar. Dan ganas incluso de ser eunuco, aunque solo sea un rato (un implante o algo para después estaría bien). Y viene con sus palabras y sus poemas, que supongo yo son para pronunciar en un susurro, con los ojos medio entornados y la esperanza de que los ligeros ropajes se desvanezcan definitivamente.

Interesante

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