ANOTACIONES SOBRE LO BELLO
“La naturaleza nos ha dado dos genios como compañeros a lo largo de la vida. El uno, agradable y alegre, nos hace más corto el viaje fatigoso con la agudeza de su juego, nos hace más ligeras las cadenas de la necesidad y nos conduce entre bromas y alegría hasta los puntos peligrosos, donde tenemos que actuar como puros espíritus y despojarnos de toda envoltura corpórea, hasta el conocimiento de la verdad y el ejercicio del deber. Allí nos abandona, porque su terreno es solo el mundo sensible y su impulso terrenal no puede llevarle más allá. Pero entonces llega el otro, serio y taciturno, que con brazo fuerte nos conduce más allá del profundo abismo. En el primero de estos genios se reconoce el sentimiento de la belleza, en el segundo el sentimiento de lo sublime”.
F. SCHILLER, De lo sublime (1801)
Estoy repasando algunos capítulos de Historia de la belleza a cargo de U. Eco y me paro en el capítulo dedicado a lo sublime. Quisiera, pues, si me lo permiten, reflejar aquí alguna que otra idea al respecto, para algunos pasada de moda, para otros nostálgicos como yo, vigente todavía pero que delimita, a mi juicio, un concepto de lo bello que ha reinado durante siglos.
Eco nos trae a la memoria definiciones clásicas como “unidad en la variedad”, “proporción” o “armonía” que compondrían el marco donde reside la belleza, una belleza que no es otra cosa que aquella “cualidad del objeto que nosotros percibimos como bello”, de tal forma que Sofía Loren, sudada y en combinación, ejemplificaría estos parámetros y, sin embargo, Rossy de Palma teniendo un orgasmo gazpachero, no.
En el neoclasicismo, no obstante, surge una nueva concepción de la belleza diametralmente opuesta a la anterior. Términos como “genio”, “gusto” e “imaginación” forman el nuevo universo de lo bello donde las características del objeto dejan paso a las cualidades del sujeto. Es decir, genio e imaginación serían dones del sujeto que crea un objeto bello y gusto, la cualidad de aquel que es capaz de apreciar esa belleza. De tal forma, tenemos que la discusión no se centra en cómo producirla sino en quién la produce.
A partir de este punto podemos empezar a hablar de lo sublime. Ya hablaba de ello un escritor de la época alejandrina llamado Pseudo-Longino, que lejos de ser el imitador de una marca de relojes, nos decía que lo sublime es la “expresión de grandes y nobles pasiones (…), que implican una participación sentimental tanto del sujeto creador como del sujeto que goza de la obra de arte”. Por este motivo, esa expresión no puede considerarse un fenómeno natural sino un efecto del arte que para hacerse realidad necesita de unas determinadas reglas y cuyo fin no es otro que el de procurarnos placer.
A medida que transcurre el siglo XVIII, el concepto de sublime se refiere unilateralmente a aquella impresión de nuestros sentidos que experimentamos frente a la naturaleza y nunca frente al arte. La sensibilidad romántica se desarrollará, pues, con una grave enfermedad, a saber, cómo plasmar lo sublime ante un espectáculo natural. A juicio de Eco, C.D. Friedrich dará con la vacuna perfecta, representando en sus obras al ser humano de espaldas, a un hombre que contempla lo sublime y gracias al cual y poniéndonos en su lugar, podemos ser espectadores de lo mismo que él mira. ¿Dónde colocamos el acento? ¿En lo sublime de la naturaleza o en “nuestra experiencia del sentimiento de lo sublime”?
Ustedes deciden.
5 comentarios
anarkasis -
(voy a tener que renovar el vestuario de los bajos)
¡si es que es verdad, le suelto a mi amante,
- ..has estado sublime..
se lo cree, y no me hace ná en un año, pero viene perfecto para cuando estoy sola, y sobre todo,
Yo uso el sublime cuando bajo a andalucía, "mi tierra", se lo agrego a todo lo que pido,
- Un café sublime, por favor
El género de respuestes suele andar por:
- Nati, llama al poetasudaca que le van a dar una propina hoy, ¿Lo va a querer a juego con las bragas señorita..?
..y así, Es perfecto para que se metan con una y no la ignoren.
...bueno yo como ando en diálisis gramatical toda la vida no me preocupa, pero dejo notar que el guebo ya solo lo encuentro escrito correctamente en el super y no va acompañado del general Mola
Vailima -
se te ha olvidado poner la "diálisis" en guevo. jajajajaja
anarkasis -
y "mola un guevo",
pero el acento de las dos últimas preguntas no sé donde ponerlo, porque para ello los labios tienen que aprender a decir "sublime" sin reirse, y las orejas a oirlo, sin escojonarse
Vailima -
Es lo que hay.
buen día a tí también
mizo -
Paseis buen día.