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Vailima

MEQUETREFE

MEQUETREFE 1625, ´sujeto entrometido, bullicioso y de poco provecho´. Probte. palabra portuguesa, compuesta de meco ´hombre libertino´, ´sujeto astuto y malicioso´, 1547, y trefe ´travieso´(o trefo), 1495. Aquél parece ser vocablo de creación expresiva, si bien apoyado en el lat. moechus ´adúltero´. Trefe, que además significa ´delgado, flojo, tísico´, viene probte. del hebr. ´carne echada a perder´, propte. ´carne prohibida´.

Merca, mercachifle, mercader, mercadería, V. mercado


¿A cuántos conocemos que responden a esta definición? Lamentablemente, a muchos. Hay algunos que, parafraseando al anuncio televisivo, no deberían volver en navidad. O quizás, deberían atragantarse con un mazapán de soto o perder el sentido (el poco que tienen) con una burbuja freixenet.
Estos sujetos deberían ser abandonados en verano, cuando la familia decide disfrutar de sus vacaciones: solo en la carretera bajo un sol insufrible con esas gotas discurriendo sobre su frente (¿recuerdan el reguero de tinte que caía sobre la frente de Dick Bogarde en Muerte en Venecia?. Eso sí que era abandono...)

El domingo pasado volví a sentir lo mismo que cuando ví por primera vez la película de Visconti. Una mezcla de abandono, decadencia estética y felicidad casi absoluta. Desde las ocho de la noche hasta las diez y media (curioso esto de acotar el tiempo cuando creemos que somos felices). El Rotary Club organizaba un concierto para recaudar fondos para un geriátrico (colchones antillagas cuyo precio asciende a más de 600,00 € cada uno): El Mesías de Haendel (parte de él naturalmente, no suele interpretarse por completo). Un entorno maravilloso (una iglesia católica), con una acústica envidiable, un coro reducido pero lo suficientemente compacto, una orquesta de cámara que sintió de forma excelente el sentimiento barroco en su agilidad, un buen director y los solistas.
Era la primera vez en mi vida que tuve la oportunidad de contemplar y escuchar en directo la voz maravillosa de un contratenor. Un dominio perfecto de la técnica vocal, una voz empostada y una sensibilidad deslumbrante. Hasta en las notas más graves su voz no perdía el empaque. Asombroso.
El día anterior asistí al ensayo general y me acerqué hasta él para felicitarle. Un amigo que ambos compartimos con una educación concentrada en el mismo lugar donde se sienta, comentó a viva voz:

- y de marica nada, eh! Que tiene cuatro hijos y todos varones.

Escojan ustedes la acepción de “mequetrefe” que prefieran para esta persona. Yo me quedo con la derivada del hebreo.
Al día siguiente, antes de comenzar el concierto, la persona del público que se sentaba detrás de mí comentó a su acompañante:

- me han dicho que es un castrati.


¡Dios mío! pensé. Con agrado donaría dinero al Rotary Club para la compra de bozales. Pero de los que se ponen y no se quitan.

4 comentarios

heidy -

es muy hermosa la pagina i sigan adelante ok

jose -

Gracias vailima! A ver qué encuentro. Rebuscaré en las tiendas por detrás de las montañas de cds del Bustamante y el resto de la horda, que igual si tengo suerte, veo algo de lo que me aconsejas :-))

Vailima -

Jose:
Aunque no lo creas, siempre habrá una pieza de música que te parta el corazón (de alegría, de melancolía, etc.) Con la música clásica ocurre lo mismo que con la tónica: hay que probarla. Y cuanto más la pruebas, más te gusta. No lo dudes.
Lo que sí hay que hacer es por empezar con obras más fáciles para el oido. No comenzarás nunca, por ejemplo, escuchando ópera wagneriana. La italiana es más "popular". Empieza, por ejemplo, con Vivaldi (y no sólo "Las cuatro estaciones"). Te recomiendo su Gloria. Es maravilloso. No obstante, lo mejor que puedes hacer es comprarte una recopilación de ésas, que aunque suene a muy comercial, las obras están elegidas para gustar a la masa. Por algo hay que empezar.
Yo tengo mis propios gustos (después de muchos años) y me inclino por la música antigua y el barroco. El Requiem de Mozart ha sido mi gran sueño desde niña y hace dos años tuve la oportunidad de poderlo cantar. El Mesías, es excepcional. También lo he cantado será por eso que una lo ve con ojos (y oídos) de madre. Pero creo que soy bastante objetiva al respecto.
Un saludo y hazte un regalito de música clásica por navidad.

jose -

A mí el que se sentaba detrás de tí me recuerda más a un zoquete que a un mequetrefe.

Otra cosa: No he escuchado mucha música clásica, pero lo poco que sí me ha dao la siguiente impresión: el tuétano de lo que se quiere decir con la canción casi se ha perdido entre tantas formas perfectas y melodías medidas al milímetro. Vamos, que no me hace que "me parta la camisa" ni me quiera tirar por la ventana de emoción. Como no me creo que toda la música clásica sea así (descafeinadilla), te preguntaría si me recomiendas a ese mesías de Haendel para que cambie de opinión. O:-)