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Vailima

NIMIO

NIMIO , tomado del lat. nimius ´excesivo, demasiado´; el sentido hoy predominante nació por una mala inteligencia de frases como cuidado nimio. 1ª doc.: h. 1690.
Es voz todavía desconocida a princ.. s. XVII. Por lo visto, la emplearían mucho los cultistas de fines del siglo, sobre todo escritores eclesiásticos, al parecer. Palabras tan socorridas y de arraigo reciente se prestan a la deformación semántica, a la cual daban pie en nuestro caso frases estereotipadas como nimio cuidado o afectación nimia, donde al vulgo, letrado o iletrado, pero ignorante del latín, se le antojó ver la idea de minuciosidad. Recuérdese lo ocurrido con palabras, análogas por varios conceptos, como meticuloso, miniatura o prolijo (que en la Arg. Se toma por ´esmerado´). Ya desaprueba Aut. A los que emplean nimiedad por ´cortedad, poquedad´, pero hoy esto no tiene remedio, y no es sólo familiar como dice la Acad., ni se reduce al sustantivo abstracto, pues también nimio se emplea por ´muy pequeño´(detalles nimios), y no sólo en Colombia, Cuba y Puerto Rico (como dice Malaret), sino en todas partes.


Consideraciones sobre el libre albedrío
Raras veces podremos encontrar un objeto determinado cuyas utilidades sean contrarias del todo o cuyos atributos sean contrarios por definición. Magritte hizo sus pinitos con rocas
suspendidas en el aire, con espejos de reflejos imposibles o con paraguas
que recibían y repelían el agua al mismo tiempo. El objeto que hoy ponemos en la palestra es un vocablo que designa dos contrarios y cuyo significado es importante para nosotros.
El mundo de los niños se divide en dos: lo pequeño y lo grande. Si ustedes tienen hijos saben de qué les hablo. El universo del adulto no difiere tanto del anterior. Deseamos tener un gran sueldo, trabajando poco (claro está) para poseer una gran casa pagando una pequeña y corta hipoteca para que nuestros problemas sean pequeños y así disfrutar de una vida excesivamente feliz. Pues bien, a partir de hoy tienen ustedes la solución en sus manos. Todo es lenguaje, lo que se nombra existe. De ahí que, aunque con cierto malabarismo, ustedes puedan convertir su existencia en un sueño hecho realidad.
El truco del libre albedrío consiste en cambiar cada adjetivo por el término nimio y su vida cambiará para siempre. De este modo cuando alguien malintencionado le recuerde la “nimiedad” de su órgano sexual, deje aflorar una sonrisa de su boca y váyase a trabajar radiante como unas castañuelas que para eso existe la libertad de escoger entre las dos acepciones de este vocablo al que, sin duda, tendrán especial cariño.
Hasta mañana.

5 comentarios

jesus -

Siempre relacioné nimio con poquedad. Creía que era una expresión sabia que reflejaba la realidad: ni mío, o no mío... Es decir, que lo que no me afecta o no afecta a mi propiedad, carece de importancia.

Vailima -

álgido, sin duda.
Gracias Mata_Hari, por el comentario y por la idea del post. Ya ves que no cayó en saco roto.
Un abrazo

Mata_Hari -

Quizá hayamos llegado a algún punto álgido o gélido... ;)

Palimp -

Ni este blog, ni el tuyo, Tio Petros, son nimios en ningún sentido.
Inmensos; sí. Excesivos; no.

En todo caso prefiero: Excelentes.

TioPetros -

Este post no es ninguna nimiedad. ¿O quizás sí?