EL CABALLERO ANDANTE Y SU AJEDROCÍN
Érase una vez un reino muy, muy lejano de Oriente. Como el monarca no tenía descendencia y ya era muy anciano reunió a todos los caballeros de su reino y les propuso lo siguiente:
- Os he convocado a todos vosotros, caballeros ilustres de mi reino, para retaros a una prueba. Me resta poco tiempo de vida y el reino que con tanto empeño he construído necesita un nuevo monarca. Ya sabéis que nuestra tierra es conocida en todo el mundo porque las casas de mis súbditos se disponen como las casillas de un tablero de ajedrez tal ha sido siempre mi gran afición por este juego de lógica, estrategia e inteligencia.
Pues bien, queridos amigos, os proporcionaré un saco de trigo con tantos granos como casas hay en mi reino.
Aquel de vosotros que montado en su rocín consiga dejar en cada casa un grano de este cereal será el nuevo rey que me sustituirá. Pero no será tarea fácil, creedme, pues aquí os presento mis condiciones:
El caballero tendrá que moverse por la ciudad como lo hace un caballo en un tablero de ajedrez.
Podrá empezar a repartir los mensajes en la casa que él quiera.
Tendrá que pasar por todas las casas.
No deberá pasar más de una vez por una misma casa.
Que la suerte os acompañe.
Espero, señores, que sean capaces de llevar a término el reto. Buen fin de semana.
- Os he convocado a todos vosotros, caballeros ilustres de mi reino, para retaros a una prueba. Me resta poco tiempo de vida y el reino que con tanto empeño he construído necesita un nuevo monarca. Ya sabéis que nuestra tierra es conocida en todo el mundo porque las casas de mis súbditos se disponen como las casillas de un tablero de ajedrez tal ha sido siempre mi gran afición por este juego de lógica, estrategia e inteligencia.
Pues bien, queridos amigos, os proporcionaré un saco de trigo con tantos granos como casas hay en mi reino.
Aquel de vosotros que montado en su rocín consiga dejar en cada casa un grano de este cereal será el nuevo rey que me sustituirá. Pero no será tarea fácil, creedme, pues aquí os presento mis condiciones:
El caballero tendrá que moverse por la ciudad como lo hace un caballo en un tablero de ajedrez.
Podrá empezar a repartir los mensajes en la casa que él quiera.
Tendrá que pasar por todas las casas.
No deberá pasar más de una vez por una misma casa.
Que la suerte os acompañe.
Espero, señores, que sean capaces de llevar a término el reto. Buen fin de semana.
2 comentarios
Vailima -
1) como es un reino en el que no hay guerras, el caballero está acostumbrado a la buena vida y en lugar de cabalgar hasta el agotamiento prefiere comer en cada una de las casas por las que pasa. Como dispone de tiempo, descansa lo suficiente como para no empacharse.
2)no pueden matar al caballero porque es un reino muy pequeño y el rey se enteraría, con lo cual el asesino no podría ser rey y ésto no le compensa.
3)el caballero tiene una salud de hierro y los subidones no le afectan (sólo en la cama y acompañado de una bella doncella).
4)en el reino no hay senado con lo cual tu cuarta opción no es válida.
5)Jose, haz el favor de fabricarte treinta tableros en una cuartilla de papel cuadriculado y haz la prueba. No me seas, no me seas...
un besote
jose -
Podría ser que:
-En su afán de codicia, el caballero prefiere cabalgar antes que comer y muere de agotamiento.
-Al caballero lo matan para eliminar competencia en la prueba; muere.
-El caballero supera la prueba, y se alegra de tal modo que le da un subidón y muere.
-El caballero supera la prueba y se proclama rey, pero los disconformes lo apuñalan en el senado el mismo día y muere.