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Vailima

LA ILUSIÓN DE HERING

En un post anterior les decía que el centro de equilibrio en las obras de arte viene dado por la disposición de las formas que constituyen la obra y, en otro hablábamos de los puntos de fuga y los diferentes tipos de perspectiva.
Cuando se utiliza el sistema de perspectiva lineal no es que el artista quiera crear algo similar a la proyección óptica sino que lo que pretende es dar continuidad espacial a la profundidad. Así, la tierra de nadie entre el fondo del cuadro y el primer plano queda ocupada.
Pues bien, cuanto más parece que carece de límites un espacio pictórico, más precaria es la situación en la que se encuentra la posición central, ya que sólo es posible definir el centro refiriéndolo a las fronteras del espacio.
En la pintura japonesa, por ejemplo, la perspectiva a vista de pájaro, técnica denominada fukinuki yatai, consigue combinar las particiones con el espacio ilimitado (hay un grabado de Kitagawa Utamaro titulado “El juego de las conchas” que ilustra de maravilla la teoría anterior. Sin embargo no he podido encontrar en la web dicha imagen para ilustrar el ejemplo). Les explico: con esta técnica, el espacio pictórico está basado en un sistema de líneas paralelas que se dirigen de forma oblicua al plano frontal (también pueden alejarse de él) por lo que el espacio no tiene ni principio ni fin. Puede que este desplazamiento del espacio venga de lo lejos hacia el espectador y sobrepasarle o, a la inversa, pero en cualquier caso no se detiene. Por lo tanto, podríamos afirmar que cuanto mayor es la eficacia con que un eje oblicuo presiona el espacio pictórico, menor es el poder que goza un centro compositivo en el conjunto del espacio tridimensional.

A diferencia de esta forma japonesa tan peculiar de proyectar como hemos dicho, a vista de pájaro (como si el espectador se encontrara encima del espacio pictórico), en la tradición europea lo más normal es concebir la perspectiva desde la altura de la vista horizontal de un espectador en tierra, con lo que las particiones impiden ver más allá.
A veces suele utilizarse un curioso recurso llamado ilusión de Hering para reforzar la centralidad en un espacio abierto: curvar en torno a la escena central tanto líneas como aristas horizontales que de acuerdo con las reglas de la perspectiva unipuntual debieran de ser rectas, es decir, paralelas al borde inferior del marco. A continuación les expongo unos ejemplos de la ilusión de Hering:

Las dos líneas de en medio, que van de derecha a izquierda, son rectas paralelas, a pesar de que parecen arcos con sus partes convexas enfrentadas:


figura 1

La ilusión desaparece:
1) si se coloca la figura a la altura de los ojos y se mira de tal modo, que la vista -resbale a lo largo de las líneas;
2) si se pone la punta de un lapicero en un punto cualquiera de la figura y se fija la vista en este punto.



En la siguiente figura, aunque no lo parezca, las letras están totalmente derechas:



El arco de abajo parece más convexo y corto que el de arriba. No obstante, ambos son iguales.



Como ejemplo ilustrativo de la ilusión de Hering en una obra de arte citaré El dormitorio de Arles de Van Gogh:



Fíjense cómo las hendiduras que separan las tablas del suelo se curvan análogamente hacia el centro de la perspectiva: una línea recta atravesando un haz de radios da la sensación de curvarse hacia el centro, acomodándose al campo de fuerzas creado por los rayos concéntricos (figura 1).
¿Por qué razón Van Gogh utiliza esta ilusión? Pues porque sirviéndose de tales tensiones responde a las exigencias de centralidad generadas por el sistema perspectivo. De esta forma señala y refuerza el centro de la composición, cuya presencia sería ignorada por unas líneas transversales insensiblemente rectas.

Espero que les haya resultado interesante y, otro día más y mejor (eso espero al menos).

3 comentarios

Anónimo -

plas... plas.... plas... plas....

Vailima -

Gracias Roberto y perdona por las molestias. Te lo agradezco mucho ya que cuando alguien escribe un comentario a post anteriores no tengo forma de saberlo a no ser que me repase los comentarios anteriores.
Una vez más gracias y un saludo

Roberto (Info Aragón) -

Hola Vailima,
Espero que a partir de ahora recibas correctamente los comentarios a tus artículos.
Un saludo,
Roberto Abizanda
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