NICOTINA
1884. Del francés nicotine, derivado de nicotiane, nombre culto del tabaco, llamado así en memoria de Nicot, embajador francés en Lisboa, que envió por primera vez tabaco a Francia en 1560.
Y digo yo que si no se podía haber traído otra cosa que le llamara más la atención. Se lo digo, porque le doy al cigarrillo cosa mala y eso, además de ser perjudicial para la salud está mal visto.
Hace unos meses visité París. Un viaje de placer. A la hora de comer la pregunta de siempre: fumeurs? Joder, qué mal. Parece que estás confesando un pecado, porque la respuesta era: oui, monsieur. Entonces te llevaban al rincón más sombrío y espantoso del mal iluminado restaurante. Te mostraban una mesa en la que apenas cabían dos copas (los cubiertos eran grandes maestros del parapente) rodeada de fumadores con las orejas gachas y cerca, muy cerca del w.c. Porque los fumadores ya somos una especie en vías de extinción y somos repudiados de la sociedad. Menos mal que en mi tierra todavía on peut fumer después de una opípara comida y entre bocanada y bocanada un buen sorbo de vino tinto. Quel plaisir!
De todas formas, no lo entiendo: todo el día con monsieur Nicot para arriba y para abajo y tanta publicidad ¿para nada?
Y digo yo que si no se podía haber traído otra cosa que le llamara más la atención. Se lo digo, porque le doy al cigarrillo cosa mala y eso, además de ser perjudicial para la salud está mal visto.
Hace unos meses visité París. Un viaje de placer. A la hora de comer la pregunta de siempre: fumeurs? Joder, qué mal. Parece que estás confesando un pecado, porque la respuesta era: oui, monsieur. Entonces te llevaban al rincón más sombrío y espantoso del mal iluminado restaurante. Te mostraban una mesa en la que apenas cabían dos copas (los cubiertos eran grandes maestros del parapente) rodeada de fumadores con las orejas gachas y cerca, muy cerca del w.c. Porque los fumadores ya somos una especie en vías de extinción y somos repudiados de la sociedad. Menos mal que en mi tierra todavía on peut fumer después de una opípara comida y entre bocanada y bocanada un buen sorbo de vino tinto. Quel plaisir!
De todas formas, no lo entiendo: todo el día con monsieur Nicot para arriba y para abajo y tanta publicidad ¿para nada?
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