Blogia
Vailima

UNO DE LOS INFIERNOS DE DANTE (3)

UNO DE LOS INFIERNOS DE DANTE (3) Poco antes de pintar La balsa, Géricault acababa de tener un romance con la joven esposa de uno de sus tíos. La joven fue expulsada al campo y el hijo ilegítimo, fruto de su relación con el pintor, fue dado en adopción sin recibir nombre alguno.
Géricault consintió que todo esto ocurriera. Atormentado por su cobardía y su culpa, vivía solo en su taller alquilado. Igual que el capitán de La Medusa, había abandonado a aquellos seres de los que era responsable. Se rapó la cabeza y, aislándose de todos sus amigos, se condenó a 18 meses de reclusión que le sirvieron para crear su obra.
Había tenido un hijo y había consentido que se lo llevaran con la misma ausencia de humanidad con la que los naúfragos devoraban los cadáveres.
Géricault quiso que el canibalismo apareciera en La balsa. Pero no con el realismo que le habían contado sino recurriendo a la imagen clásica del padre que sujeta con el brazo a su hijo muerto. Fíjense en la parte inferior izquierda del cuadro. Esa figura alude al Conde Ugolino, aquel personaje que Dante quiso que estuviera en su Infierno. Los enemigos del conde lo encerraron en una torre, sin alimento alguno, junto con sus hijos. Cuando éstos murieron, el conde se mantuvo vivo comiéndose su carne:

”Dos días les llamé aunque estaban muertos:
después más que el dolor pudo el ayuno”
Canto XXXIII


Todo el tiempo y el trabajo que dedicó en ejecutar La balsa no le libraron del sentimiento de culpabilidad ni de haber fracasado en la vida. Una vez que acabó la obra, sus tentativas de autocastigo y destrucción se multiplicaron hasta el punto de intentar suicidarse en varias ocasiones hasta que una caída del caballo le provocó heridas tan graves que no pudo resistir más.
Como los naúfragos de su obra, Géricault no pudo conseguir un puesto en el centro de la balsa y no resistió lo suficiente para divisar, en un horizonte carente de esperanza, bergantín alguno que lo salvara.
El más naúfrago de todos moría a la edad de 32 años.

4 comentarios

Carlos Leiro -

”Dos días les llamé aunque estaban muertos:
después más que el dolor pudo el ayuno”
Canto XXXIII

No sobra , ni falta palabra alguna.

Cluje -

Magníficos los tres posts. Un par de curiosidades: 1) ¿Conoces el libro "Una historia del mundo en diez capítulos y medio", de Julian Barnes? Habla bastante del asunto este. Y 2), en el comic "Asterix legionario" aparece una viñeta de los desgraciados piratas que es un homenaje a este cuadro.

Ah, y gracias por linkearme. Besos :-)

Rashid -

Me ha parecido una serie de posts fabulosa. Me uno a Cristina en el aplauso. Gracias, Vailima.

Cristina -

Tormentosa la vida de Gericault. La balsa de la Medusa sería como su propia vida. Una pena.

Gracias por estos posts, Vailima; ayudan a comprender mejor las obras de arte.

Saludos