TUERCA
“origen incierto, probablemente alteración del más antiguo puerca, port. porca íd., por influjo de la t- del contrapuesto tornillo; el nombre antiguo puerca se explica por una comparación fálica del tornillo y la tuerca con el puerco y su hembra. (…) se trata de una metáfora fálica, que parte de PORCA “hembra del cerdo”, (…), propiamente “marrana”. (…). El punto de partida ideológico está en todas partes en el lat. PORCUS “vulva”.
(…). Bien mirado, el porqué de esta alteración salta a la vista: tal como sol cambió su opuesto ombra en sombra o solombra, como sinister pasó a siniestro “izquierdo” por influjo de diestro, o gravis a grevis bajo la acción de LEVIS, REDDERE a RENDERE por la de PRENDERE: tornillo y puerca eran cosas y voces correlativas y opuestas, como las anteriores, que en cierto modo forman pareja; de ahí que a muchos se les trabara la lengua (o si se quiere la memoria) y empezaran a decir tuerca pensando en tornillo, innovación que fácilmente se impuso, por dar una palabra de sentido inequívoco, y que además borraba la asociación obscena implicada por el origen de puerca.”
Ya saben ustedes que no tengo nada de feminista enfebrecida (o sea, según la RAE, calenturienta. Pero ésa es otra cuestión que nada tiene que ver con el género del sexo sino con el sexo mismo). No soy partidaria del uso de la arroba ni del machacón “o/a” para designar los dos sexos. Mariconadas. Tampoco es que después de leer y reflexionar sobre el vocablo de hoy me haya rasgado las vestiduras y mi cabreo por el sexo opuesto provoque en mí ninguna ovulación espontánea. Simplemente me ha llamado la atención el hecho del largo camino que muchas veces tienen que recorrer vocablos de nuestra lengua para llegar a ser lo que hoy en día son.
Gracias a nuestra ignorancia, que a veces nos pone a salvo de infortunados enfados, nunca hemos mirado con mala cara a nuestra pareja (da igual el sexo o la sexa) cuando nos ha pedido una tuerca. ¿Por qué deberíamos de haberlo hecho?
Claro, que entonces y hasta hoy, no sabíamos que nos llamaba “cerda”, “puerca” o “marrana”, términos estos que generalmente nos resultan insultantes. Ahora algún purista me reprochará la desfachatez de llevar el ascua a mi sardina, recordándome las palabras con las que Corominas puntualiza la cuestión: “el punto de partida ideológico está en todas partes en el latín PORCUS ´vulva´”. Y yo no digo que no, que tan escrupulosa no soy, pero es que somos nosotras las que tenemos la vulvita y no usted, caballero. Porque puestos a provocar alteraciones, si de Puerca proviene Tuerca, pues lo mismo les hubiera dado partir de Pene y obtener Tene que en un ejercicio de malabarismo lingüístico se lo hago derivar también del latín TENERE que significa (también echando mano al Corominas) “tener asido u ocupado” que es el estado ideal del órgano sexual masculino en su vertiente humana.
De esta forma, queridas féminas, entre alteraciones diversas queda resuelto a perpetuidad este punto para que en su justo uso reconforte a ambas partes: cuando ellos quieran podrán llamarnos tuercas, puercas o marranas así como nosotras libertad tendremos para que en sujetando por siniestra un tornillo y por diestra un martillo al pene profiramos un golpe con tal tino que en vulva se convierta como Corominas recomienda.
¿No les parece que de esta guisa queda la cuestión resuelta?
11 comentarios
Sofocador -
Aunque si bien el significado tiene que ver con los cerdos, es un tanto más clara y menos rebuscada si se analiza su historia desde el idioma inglés.
Con origen romano-gaélico-escocés, pasando por el irlandés, la palabra torque (del latín torqueo = torcer o retorcer), se ha aplicado entre otras cosas a un tipo de collar ceremonial celta con forma de medialuna, a la magnitud física conocida también como par de giro de un eje o a la fuerza necesaria para ajustar un tornillo que no es otra cosa que aplicar una fuerza de giro tangencial a un eje.
En el antiguo celta, torc, torq, turk, o tur, significa además jabalí, inspirándose seguramente en la forma retorcida de alguno de sus miembros.(Aquí vemos además el origen de la palabra francesa tour con el sentido de giro, de donde deriva nuestra palabra turismo). De esta raíz, presumo, viene la palabra tuerca.
La idea, al final, no es muy diferente a la de Corominas, pero es un tanto menos puerca.
Vailima -
Marianne: bienvenida a mi casa. Vuelve cuando quieras, aquí siempre hay sitio.
Oscar -
Marianne -
Buenísimo e irrisorio el texto.
Lindo el blog.
Saludos, y disculpa la intromisión :)
anarkasis -
Venga la paz, y a ver ahora quien me paga la limpieza del vestido, to pringao de sangre, cocreta y cera de la vela.. y entierren al Corcominas ese debajo un tuperway de sardinas escabechas por unos dias.
Tábano Socrático -
Vailima -
Herri -
Y sí, lo admito, mi pene viene de tenere. ¡Y por muchos años! (espero)
Jafatron -
¿Asido u ocupado es el estado ideal? Yo creo que es el estado natural y el resto solo reposo. El estado ideal depende de otras cuestiones más personales como la imaginación de cada uno y tal vez, en ocasiones, también tenga que ver con temás lingüísticos.
De todas formas se conoce cierta postura sexual en la cual el hombre horizontalmente colocado en plano paralelo a la mujer, gira como un molinillo cual tornillo enroscando sobre tuerca. Para mí el símil, venga de donde venga, es muy apropiado.
Vailima -
Con respecto a tu última observación... jeje, donde las dan las toman, creo que has dicho y encima me cierras la boca. Pues eso, que no nos escandalizamos.
Vere -
Otra cuestión es que en esta casa se ha relacionado el organo complementario con toda clase de objetos sin que los demás nos escandalicemos.