UN BALCÓN MUY CONCURRIDO: GOYA, MANET Y MAGRITTE
Esta misma percepción ya la tuvieron otros mucho antes que yo y la reflejaron en sus respectivos lienzos pero cada mirada es diferente, tan peculiar que lo que hoy podemos contemplar nosotros no es otra cosa que la mirada del artista. Las figuras, su retina.
Uno de los balcones más conocidos es el pintado por Manet hacia 1868 durante su estancia en Boulogne-sur-Mer. Curiosamente, la composición se inspira en un lienzo de Goya titulado Majas en el balcón:
Los modelos que posan para Manet son tres amigos de la familia, a diferencia ¿o no? del lienzo del español cuyos protagonistas son dos proxenetas acompañados por sus putas.
Las figuras de Manet destacan sobre un fondo oscuro, en el que puede apreciarse, incluso, una jarra de agua aunque el cuarto personaje que se encuentra dentro de la estancia no pueda apenas distinguirse en la penumbra. De pie, con un cigarro en la mano, el pintor paisajista Antoine Guillemet (admirado también por Van Gogh según cuenta a su hermano Theo en sus cartas), con una corbata que resalta sobre el blanco de la camisa; a su lado, la violinista Fanny Clauss, vestida con un traje blanco y sosteniendo una sombrilla verde esmeralda entre sus manos haciendo juego con la cofia blanca orlada en verde de su cabeza. La única figura que aparece sentada, apoyada en la barandilla y ensimismada es la pintora Berthe Morisot , cuñada de Manet y una de las pocas mujeres pintoras entre los impresionistas junto a Mary Cassatt . Con su traje de gasa blanca está sentada sobre un taburete negro. Junto a ella, una maceta de porcelana con hortensias violetas. ¿Nos asomamos?
En 1950, otro ilustre personaje bien conocido por todos nosotros retoma la idea del balcón. Perspectiva II: El balcón de Manet fue pintado por Magritte reflejando, como no podía ser de otra forma, su particular visión del tema.
Las figuras que aparecen en el cuadro de Manet han sido sustituidas por ataúdes. La escena, por el contrario, es la misma. Objetos inertes ocupan el lugar de lo que en un pasado fueron seres vivos. La seda y las gasas se han convertido en madera de pino, en el símbolo de una muerte inevitable. ¿Qué nos querrá decir Magritte con su lienzo? ¿La muerte de la pintura o quizás el carácter mortífero de la misma?
Las hortensias se vuelven blancas, frías y mientras, a nosotros nos toca ahora contemplar el mundo apoyados en la barandilla del balcón, ensimismados, inquietos, curiosos y sobre todo, expectantes.
Nota: no olviden comprobar en el post de ayer, el nombre del ganador de la 1ª edición de LA PARTE POR EL TODO.
8 comentarios
Javiera -
LILIANA LOMBARDO -
gracias por ayudarnos a elevarnos
Profesora Liliana Lombardo
vigi -
Palimp -
Vailima -
Reproducción prohibida (Retrato de Edward James) es uno de mis cuadros favoritos de Magritte. Y al respecto decía el propio artista:
"Lo que cuenta es justamente el momento del pánico y no su explicación". El espejo no devuelve la mirada.
ulises -
A mi también me encantan las vistas de los balcones
vere -
Elías -