DESNUDÁNDOME ANTE UN MIRÓN
“Mis ideas sobre la pintura se han mantenido tanto más constantes cuanto que siempre he creído que la pintura debe seguir a la vida y señalar a dónde se dirige ésta.”
La obra que les presento hoy, un óleo sobre lienzo pintado en el 2000, pertenece a una serie de quince partes. De Eric Fischl, su autor, se ha dicho que observa la clase media norteamericana con los ojos de un mirón. La obra lleva por título The Bed, The Chair, Dancing, Watching (La Cama, La Silla, Bailando, Mirando) y parece sugerirnos una defensa ante tal reproche.
En primer término aparece el mirón, el voyeur observando, un hombre sentado en una silla de cóctel blanca con bambú rojo. Del objeto de su deseo sólo podemos apreciar su sombra en la pared del dormitorio: una mujer se contonea con movimientos lascivos, las manos en la cabeza, justo en el mismo punto en el que yo y, usted, amigo espectador, nos encontramos. El hombre nos mira concentrado y resignado y, aquello a donde dirige la mirada, soy yo. Ambos estamos asistiendo al mismo espectáculo, él hacia un punto exterior del lienzo yo, hacia el interior mismo de la habitación.
Él tiene ventaja sobre mí, la misma ventaja que ya nos diera a conocer Velázquez en Las Meninas . El mirón me observa hasta tal punto que me siento violenta. Yo, por el contrario, sólo puedo fantasear sobre lo que esquemáticamente se me presenta en el fondo del cuadro. Su mirada es segura y certera, la mía, sin embargo, vaga por la habitación donde una cama, aún sin deshacer, se convierte en el indicio de una acción que viene sugerida por el momento en el que estamos.
Fischl juega con nosotros. Su repertorio de objetos plásticos recrea un escenario de expresividad intensa donde ustedes y yo somos los protagonistas.
¿A quién, si no al espectador mismo, observa el mirón?
p.d. Les voy a contar lo que me ha sucedido con esta obra: buscando la obra en la web me encuentro con que la imagen aparece invertida (hombre a la izquierda) con respecto a la imagen que aparece en los libros que he consultado (hombre a la derecha). Francamente no sé qué pensar. No obstante y, a pesar de ello, siempre me encuentro en su punto de mira.
16 comentarios
joaquim -
http://images.google.es/imgres?imgurl=http://www.kimbellart.org/database/images/jpg/AP1984_18.jpg&imgrefurl=http://www.kimbellart.org/database/index.cfm%3Fdetail%3Dyes%26ID%3DAP%25201984.18&h=361&w=475&sz=31&tbnid=NnI1xcbc0X4XFM:&tbnh=95&tbnw=126&hl=es&start=222&prev=/images%3Fq%3Dbartolome%2Bmurillo%26start%3D220%26svnum%3D10%26hl%3Des%26lr%3D%26sa%3DN
Vailima -
http://www.wga.hu/art/m/murillo/2/214muril.jpg
joaquim -
Hay un cuadro de Murillo, absolutamente inquietamente, en el que dos mujeres al parecer de vida (supuestamente) alegre miran insolentes desde casi el primer plano al espectador del cuadro, que desde su perspectiva está mirando una escena que se desarrolla al fondo de la pintura. Que un tipo de hace 400 años -al que todos pretenden hacer pasar por un meapilas- pensara ese juego de mirones tan absolutamente moderno, es algo que me tiene fascinado.
Aunque bien pensado, toda la pintura incluso la más relamida y políticamente correcta, es en realidad una pura nvitación al voyeurismo...
Francisco Polo -
Vailima -
- Oye, ¿ése tío no es Robert de Niro?
- Casi. Le falta el grano.
...que conste Raschid, que si no lo he puesto es porque se me hubiera ido al traste la seriedad del post. No ha sido por falta de ganas.
Raschid -
Vailima -
Jose -
Vere -
Lo siento Herri, pero es que eres ripioso :)
Herri Otrow -
Herri Otrow -
Entre el deseo y la realidad hay muchas cosas donde indagar. El arte ayuda, sin duda
vigi -
Lola -
Virginia -
Vailima -
Herri Otrow -
"El ojo que ves no es ojo porque tu lo veas: es ojo porque te ve"; ¿Que siente el personaje "retratado" cuando me ve? Simplemente mira. Voyeur por partida doble.