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Vailima

LA FUENTE DE SANGRE

LA FUENTE DE SANGRE

A veces se me antoja que la sangre se escapa

de mi cuerpo a raudales con sollozos de fuente.

Y la escucho manar con un largo murmullo,

pero me palpo en vano para encontrar la herida.

 

Por toda la ciudad, como por un cercado,

se extiende, convirtiendo las baldosas en islas,

apagando la sed de todas las criaturas

y tiñendo de rojo cuanto encuentra a su paso.

 

He pedido mil veces a vinos traicioneros

que duerman por un día el terror que me mina,

pero el vino agudiza mi vista y mis oídos.

 

En el amor buscaba un sueño olvidadizo;

mas para mí el amor es un lecho de espinas

para dar de beber a esas crueles muchachas.

Charles Baudelaire

 

Llega el fin de semana, la hora de succionar. Somos muchos los vampiros, o al menos, los que deseamos serlo. ¿Nuestro hogar? Un lugar remoto entre la oreja y el hombro para saciar con sangre nuestro deseo amoroso. Alimento, alimento mientras un líquido rojo se agolpa en nuestras sienes y se desparrama bajo el vientre. Vivimos el sueño de la metamorfosis mientras seguros nos reconfortamos en el capullo de crisálida de la vida cotidiana.

Llega el fin de semana, la hora de succionar.

Séanme terroríficamente felices.

 

p.d. Para empezar con buen pie la semana, a partir del lunes continuaremos recreándonos en los relatos eróticos que han enviado –por el momento-  Herri y Vere, Lola y  migratoria. Les aseguro que la cosa está que arde.

9 comentarios

dax -

Y A MI KE

Vailima -

Lola ¿es uno de tus poemas?
bueno, bueno, bueno...

Lola -

jajaja, no, no es de Gautier... :P

Lola -

Si me sacaban de quicio, me metías con sólo un beso
Regábamos los excesos con gotas de desconcierto
Tus intenciones rozaban sin disimulo mis nervios
Y la impaciencia arañaba segundos en el tintero

Me cocinabas las ganas con azúcar y pimienta
Cada puerta que cerrabas nos encerraba tras ella
Y de allí nada escapaba, ni tus manos, ni mis piernas
Si acaso el resto del mundo, al que no rendíamos cuentas.

Buen loquequedadefinde!

ladydark -

Hagamos patria, el princio y el final de "A Jarifa en una orgía" (el resto también es estupendo, pero muy largo para este comentario):

Trae, Jarifa, trae tu mano,
ven y pósala en mi frente,
que en un mar de lava hirviente
mi cabeza siento arder.
Ven y junta con mis labios
esos labios que me irritan,
donde aún los besos palpitan
de tus amantes de ayer.
...
Mas, ¡ay, triste! que no ignoras
cuán amarga es mi aflicción.
Una misma es nuestra pena,
en vano el llanto contienes...
Tú también, como yo, tienes
desgarrado el corazón.

Vere -

Pues aquí está:
" Hace ya tanto tiempo que te adoro,
dieciocho años atrás son muchos días...
eres de color rosa, yo soy pálido,
yo soy invierno y tú la primavera.
Lilas blancas como en un camposanto
en torno de mis sienes florecieron,
y pronto invadirán todo el cabello
enmarcando la frente ya marchita.
Mi sol descolorido que declina
al fin se perderá en el horizonte,
y en la colina fúnebre, a lo lejos,
contemplo la morada que me espera.
Deja al menos que caiga de tus labios
sobre mis labios un tardío beso,
para que así una vez esté en mi tumba,
en paz el corazón pueda dormir. "

Vailima -

Bahías de piel donde atracar... hermosas palabras. Afortunadamente, desde mi puerto leo estos hermosos versos que nos regalas. Como siempre...
Baudelaire y Poe, falta Gautier.
¿alguien se anima?

ladydark -

Si no encontramos bahias de piel en las que atracar, podemos seguir oyendo a los poetas:
Evaporaban las rosas
los perfumes de sus almas
para que los recogieras
en aquella noche mágica;
para que tú los gozases
su último aliento exhalaban
como en una muerte dulce,
como en una muerte lánguida,
y era una selva encantada,
y era una noche divina
llena de místicos sueños
y claridades fantásticas.
(Sólo una pequeña muestra de "A Elena" de Poe)

Jafatron -

Vampiros, o aves de rapiña, cualquier cosa vale con tal de llevarse algo a la boca. Y si no puede ser acumularemos el hambre y las ganas, aunque viendo la semana que anuncias puede ser peligroso, la sensibilidad se dispara.
Qué terrible suplicio, qué dulce dolor nos espera.