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LA SELVA DE LOS SUICIDAS

LA SELVA DE LOS SUICIDAS Estoy leyendo una novela de Jose Carlos Somoza titulada “Clara y la penumbra”. Una novela de intriga que se desarrolla en el año 2006. La trama gira en torno al asesinato de una adolescente. Hasta aquí todo bien. Lo interesante es que que la jovencita es una obra de arte. El arte hiperdramático, como lo denomina el autor, es un tipo de pintura/escultura cuyo soporte es el ser humano (evidentemente adolescente). Los cuerpos son laboriosamente imprimados: se les rasura en su totalidad –incluso carecen de pestañas- y se les prepara psicológicamente para que, una vez hecho lo anterior, sean trabajados por el artista. Los lienzos, o sea, los adolecentes, son expuestos en galerías de arte para su posterior compra o alquiler por parte de cualquier coleccionista.
He de reconocer que hasta hace bien poco, mi concepción del arte se basaba en la idea del “todo vale” , concepción que tantas veces ha servido de tema de discusión con mi marido y al que teníamos que abandonar por mutuo acuerdo en pocos minutos para salvaguardar la paz familiar. Pues bien, mi “todo vale” se traducía, grosso modo, a que me resulta difícil censurar la labor de un artista, sea del campo que sea, por utilizar materiales, formas, conceptos estéticos etc, que vayan en contra de “mi” gusto o del gusto que impere en la sociedad que sea, en el momento histórico que sea. El pobre desgraciado de Toulouse-Lautrec pagaba con sus pinturas a las putas que lo acogían en su casa, los burgueses de la Viena de final del XIX deploraban las construcciones funcionalistas de Loos y su particular visión de concebir la arquitectura, etc. En fin, el arte no tiene que servir para nada a la sociedad , no tiene que enseñar nada, no es mejor ni peor por el tiempo empleado en su ejecución, ni por el lugar donde se expone la obra de arte (recuerdo la anécdota reciente de unos estudiantes de bellas artes que consiguieron colgar un lienzo de su cosecha en el Guggenheim de Bilbao durante un día o dos sin ser descubiertos por el personal del museo), ni porque esté o no valorada en tantos y tantos millones de dólares... Sin embargo, cuando con la obra de arte abandonamos el ámbito de la estético para entrar en el ámbito de la ética, todos mis argumentos comienzan a desmoronarse. Volviendo a la novela en cuestión, (¡ojo, no he terminado de leerla!), ¿podremos algún día ser miembros de una sociedad tal que juzgue el hecho en cuestión, es decir, la muerte de una adolescente, como un caso de robo y no de asesinato?
De lo que sí estoy absolutamente segura es que, ladrones o asesinos, seremos huérfanos y todas las orfandades producen tristeza.

2 comentarios

jesus alberto laynes -

desde tiempos inmemoriales el hombre ha tratado de atrapar ese instante hiperdramatico de lo que lo rodea,esta busqueda insatisfecha por la eternidad,por traspasar epocas y generaciones de perdurar en el tiempo,hace que demos una mirada interior ala humanidad y su desorrollo no hay explicaciones simplemente esta,ahora y en cada sucesion de tiempo,abramos esa pequeña caja de pandora que nos trae el futuro del arte en sus nuevos conceptos e inspiremos a las nuevas generaciones atravez de nuestra percepcion..las ideas del caos,de ruptura,de nihilismo en choque frontal con el desarrollo globalizado de nuestra creciente cultura no hay ocaso sin noche que no de paso aun nuevo amanecer creativo.. exploremos a ciegas sin dejar de intuir el dolor generacional creativo...atravez de las imagenes que se desforman, es por tanto un pequeño paso en el futuro...

italo -

ARTE HIPERDRAMATICO. No sé si soy demasiado ignoratne respecto a los variados tipos de arte, o si aquel término es una brillante invensión de Somoza. Voy por la mitad del libro y no existe obstáculo que me impida continuar leyendolo a velocidad. En realidad, me parece una obra muy original, una historia, que si bien tiene un toqeusillo fictisio, podría ser una realidad. Me parece una creación magnífica; sin embargo, por una parte, muy monótona respecto a la trama, pues en la mayoría de las novelas policiacas norteamericana se narra sobre un asesino genio con un peculiar modo de ejecutar sus asesinatos, y la persecución casi imposible que se le da. Pero lo fascinante de esta obra es el tema sobre el cual gira: el ARTE HIPERDRAMÁTICO. Las obras de arte humanas, lienzos vivientes, guau!! Al inicio, no entendía a qué se refería con gente que se mantenía por horas en una posición esperando ser comprada. Otra parte que me fascinó, fue la de los gemelos Walden, los monstruos; me parecen personajes muy originales, muy extraños, muy fenomenales. En definitiva es una obra con un toque distinto; muestra un arte, pero no el que siempre aparece en las novelas que narran arte medieval o moderno (aunque también las adoro); esta es la primera novela en que el arte se muestra de una manera viviente, en el que los lienzos, aparte de ser ello, tienen vidas normales como cualquier ser humano... Quiero terminar de leerlo ahora mismo, me intriga saber que es lo que pasará al final. Quién será ese asesino que, al parecer, esta en contra de estos lienzos, o talvez de la congregación Van Tysch. Me lo espero de cualquiera de los personajes.