LOT Y SUS HIJAS: EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LA CÓLERA DE DIOS
Cuando Dios comunica a Abraham que pretende destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra, Lot, sobrino de Abraham, se encuentra de paso en la primera. Con el fin de averiguar cuántos hombres justos se hallan en Sodoma, Dios envía dos ángeles disfrazados de hombres corrientes. Los dos ángeles se encuentran con Lot quien les ofrece comida y cobijo. Los demás hombres de la ciudad, impíos y depravados, al enterarse, cercan la casa de Lot y le exigen que los dos forasteros les sean entregados con la intención de abusar sexualmente de ellos. Entonces Lot, ofrece a cambio a sus hijas vírgenes en lugar de a los forasteros:
”Haced de ellas como bien os pareciere, pero a estos varones no les hagáis nada, porque se acogieron a la sombra de mi tejado”.
Ante la negativa de aceptar a las hijas de Lot y el intento de derribo de la puerta de la casa del patriarca, los dos ángeles comunican a Lot las intenciones de Dios sobre la ciudad y le exortan a que él y su familia abandonen con la máxima premura Sodoma:
”Escapa por tu vida y no mires tras de ti”
Así pues, Dios hizo “llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego, y destruyó las dos ciudades. Pero la mujer de Lot miró atrás y se convirtió en una estatua de sal”.
En la obra que quiero comentarles hoy, un lienzo de 58x34 cm., fechado aproximadamente hacia 1530 y de autor desconocido, se representa a Lot a salvo con sus dos hijas frente a una suntuosa tienda. Los rostros de los tres personajes no denotan aflicción ni desesperación como cabría esperar ante la pérdida de la esposa y madre.
Según se cuenta, las dos hijas de Lot creían incluso que toda la humanidad había sido aniquilada salvo ellos, por eso la mayor propone a la pequeña:
”No queda varón en la Tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la Tierra. Ven, demos de beber vino a nuestro padre y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre generación”. Y así lo hicieron.
De esta historia incestuosa no da cuenta el cuadro. Sin embargo, sí queda plasmada, de forma dramática, la destrucción de Sodoma.
Como pueden ver, el lienzo se divide perfectamente en dos composiciones triangulares de idéntico tamaño:
En una se refleja la destrucción de la ciudad y en la otra se escenifica, casi de forma bucólica, una situación amorosa en la que da la sensación de que es el hombre anciano quien toma la iniciativa del acto amoroso y no su hija.
El pintor muestra a Lot y a sus hijas dos veces en la obra: grandes en primer plano y pequeños y difusos más atrás, cruzando sobre un puente y dejando a la esposa y madre convertida en estatua de sal dirigiendo su mirada a la ciudad sobre la que recae la ira de Dios.
En esta última representación, los personajes que caminan sobre el puente de madera parecen tranquilos y seguros ya que de lo contrario caminarían en fila india; lo que viene a confirmar la escena que se plasma en primer término: Lot seduciendo a una de sus hijas mientras la otra elegantemente vierte vino de un cántaro que resulta pesado.
Tras esta escena, el fuego proveniente del cielo, y no de la tierra, en forma de proyectiles candentes, destruye la ciudad. Sodoma se hunde hacia la izquierda a la espera de ser engullida por el mar.
El mar no se menciona en el relato bíblico pero dado que el origen del lienzo es flamenco y que las ciudades portuarias de los Países Bajos se habían convertido en importantes centros económicos, suponemos que el pintor se concedió esta licencia. Además de los dos elementos, el fuego y el agua, el pintor introduce otro contraste: el paisaje llano y el montañoso. Incluso, aunque chocante, el autor pinta un árbol solitario atravesando verticalmente la obra. Componentes típicos, todos ellos, de lo que se denominaba en la época “paisaje universal”.
El temor al fin del mundo o la fascinación por la alusión escandalosa del incesto, hicieron que la temática de la obra se repitiera en la época en numerosas ocasiones. Con respecto a la segunda visión, la del incesto, podría decirse que pudo asimilarse la historia de Lot con dos motivos pictóricos profanos muy populares:
En primer lugar, el de las parejas dispares, llamado “ardid de mujer” en las que se mostraban a un hombre anciano acompañado de una mujer joven que se dejaba acariciar y, en un segundo lugar, lo que más tarde se denominaría “conversación galante” en la que se representaba a personas de ambos sexos, conversando jovialmente, mientras sus cuerpos iban acercándose en un camino de seducción.
Bien, después de todo lo expuesto, espero haber contribuido a que hayan pasado un buen rato con el comentario de esta hermosa obra y, desearles, como en ella, que toda catástrofe se aleje de sus vidas para siempre.
”Haced de ellas como bien os pareciere, pero a estos varones no les hagáis nada, porque se acogieron a la sombra de mi tejado”.
Ante la negativa de aceptar a las hijas de Lot y el intento de derribo de la puerta de la casa del patriarca, los dos ángeles comunican a Lot las intenciones de Dios sobre la ciudad y le exortan a que él y su familia abandonen con la máxima premura Sodoma:
”Escapa por tu vida y no mires tras de ti”
Así pues, Dios hizo “llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego, y destruyó las dos ciudades. Pero la mujer de Lot miró atrás y se convirtió en una estatua de sal”.
En la obra que quiero comentarles hoy, un lienzo de 58x34 cm., fechado aproximadamente hacia 1530 y de autor desconocido, se representa a Lot a salvo con sus dos hijas frente a una suntuosa tienda. Los rostros de los tres personajes no denotan aflicción ni desesperación como cabría esperar ante la pérdida de la esposa y madre.
Según se cuenta, las dos hijas de Lot creían incluso que toda la humanidad había sido aniquilada salvo ellos, por eso la mayor propone a la pequeña:
”No queda varón en la Tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la Tierra. Ven, demos de beber vino a nuestro padre y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre generación”. Y así lo hicieron.
De esta historia incestuosa no da cuenta el cuadro. Sin embargo, sí queda plasmada, de forma dramática, la destrucción de Sodoma.
Como pueden ver, el lienzo se divide perfectamente en dos composiciones triangulares de idéntico tamaño:
En una se refleja la destrucción de la ciudad y en la otra se escenifica, casi de forma bucólica, una situación amorosa en la que da la sensación de que es el hombre anciano quien toma la iniciativa del acto amoroso y no su hija.
El pintor muestra a Lot y a sus hijas dos veces en la obra: grandes en primer plano y pequeños y difusos más atrás, cruzando sobre un puente y dejando a la esposa y madre convertida en estatua de sal dirigiendo su mirada a la ciudad sobre la que recae la ira de Dios.
En esta última representación, los personajes que caminan sobre el puente de madera parecen tranquilos y seguros ya que de lo contrario caminarían en fila india; lo que viene a confirmar la escena que se plasma en primer término: Lot seduciendo a una de sus hijas mientras la otra elegantemente vierte vino de un cántaro que resulta pesado.
Tras esta escena, el fuego proveniente del cielo, y no de la tierra, en forma de proyectiles candentes, destruye la ciudad. Sodoma se hunde hacia la izquierda a la espera de ser engullida por el mar.
El mar no se menciona en el relato bíblico pero dado que el origen del lienzo es flamenco y que las ciudades portuarias de los Países Bajos se habían convertido en importantes centros económicos, suponemos que el pintor se concedió esta licencia. Además de los dos elementos, el fuego y el agua, el pintor introduce otro contraste: el paisaje llano y el montañoso. Incluso, aunque chocante, el autor pinta un árbol solitario atravesando verticalmente la obra. Componentes típicos, todos ellos, de lo que se denominaba en la época “paisaje universal”.
El temor al fin del mundo o la fascinación por la alusión escandalosa del incesto, hicieron que la temática de la obra se repitiera en la época en numerosas ocasiones. Con respecto a la segunda visión, la del incesto, podría decirse que pudo asimilarse la historia de Lot con dos motivos pictóricos profanos muy populares:
En primer lugar, el de las parejas dispares, llamado “ardid de mujer” en las que se mostraban a un hombre anciano acompañado de una mujer joven que se dejaba acariciar y, en un segundo lugar, lo que más tarde se denominaría “conversación galante” en la que se representaba a personas de ambos sexos, conversando jovialmente, mientras sus cuerpos iban acercándose en un camino de seducción.
Bien, después de todo lo expuesto, espero haber contribuido a que hayan pasado un buen rato con el comentario de esta hermosa obra y, desearles, como en ella, que toda catástrofe se aleje de sus vidas para siempre.
19 comentarios
jorge 2005 -
Pablo -
boom -
emborracharin a su padre y este pintorete cambia las cosas en su ncuadrito jejeje
El incesto es mal visto popr la sociedad por no favorecer al sistema y el amor no esta mal visto por Dios Citese caso de Abraham y Sarai en este caso el incesto es parte de una tragedia por un lado y creacion por el otro ya que las hijas tienen hijos de una persona correcta que por circunstancias de la vida tiene que haceserse asi
edgar -
dice que sus hijas fueron
las que planearon esto!
no lot,
ellas lo emborracharon
y se acostaron con el sin que
el se diera cuenta, una una noche, y la otra en la siguiente,.
Por que en la imagen sale como si lot hubiera planeado eso?
edgar -
pecaron despues de que dios
los salvo?
o en esos tiempos no era
pecado acostarse con sus hijas?
disculpen mi ignorancia:D
saludos!
antonio -
Incesto: Si según la biblia, sólo estaban Adán y Eva... ¿qué pasó con la descendencia?
En la Biblia no hay nada claro.
JEMA -
jonathan -
Jonathan Pintor -
Jonathan Pintor -
isidre -
─ Génesis, 19:36-38.
Luis mirabal -
mauricio -
que DIOS los bandiga
G12.
Vailima -
Javier Maíllo -
Creo que el autor flamenco al que te refieres es Lucas van Leyden (1490-1533). El cuadro se llama "Las Hijas de Lot"
Otro punto de vista interesante sobre esa obra, lo tienes en un libro de Antonin Artaud llamado "El teatro y su doble".
Giovanni -
marco antonio -
que paso con los hijos de las hijas de lot??? quienes son osea que paso con ellos ???? que mas sigue en su historia????????????
Vailima -
la verdad es que las chiquitas no se lo pensaron dos veces! aunque hay que estar en su situación: todo perdido y sin atisbos de echar un quiqui. Las mujeres somos animales de recursos...
Tio Petros -
Decididamente el antiguo testamento es un compendio de guarradas impresionante.