WILLIAM TURNER: PAZ. FUNERALES EN EL MAR
“La Tierra tiene bordes de féretro en la sombra.”
César Vallejo, “La copa negra” en Los heraldos negros
El 1 de junio de 1841 fallecía a bordo del vapor que le traía de regreso de su viaje a Palestina, David Wilkie , gran amigo y colega de Turner. Llegado al puerto de Gibraltar, el navío se ve obligado a seguir su camino de muerte y no puede atracar por la negativa de las autoridades ante el temor a la peste que está haciendo estragos en el Próximo Oriente. El cadáver del escocés es sepultado, esa misma noche, en el mar.
En 1842 pinta Turner este óleo sobre lienzo a modo de elegía por la muerte de su amigo. La escena está dominada por una luz turbia y mortecina que cielo y agua recogen con la fría claridad de la muerte. Sólo un punto cálido se concentra en el centro mismo del cuadro coincidiendo con la sepultura de su gran amigo, al descender su cuerpo al agua, iluminado por el fuego de las antorchas.
El luto del casco del barco se rompe en dos por el cono de luz. Como el corazón de Turner. Como el corazón de cualquiera de nosotros ante cualquier tipo de orfandad y abandono. De todo el cuadro, las dos velas negras de proa se destacan de forma especial. Su nítido contorno contrasta con la difuminación de todo aquello que vemos. El reflejo de la embarcación en el agua se extiende peligrosamente hacia nosotros, espectadores mudos del velatorio: la muerte vendrá a recogernos tarde o temprano porque la tierra tiene bordes de féretro en la sombra.
6 comentarios
Francisco Polo -
Vailima -
Mecachis...
y bueno... enhorabuena porque acertaste.
Un abrazo
Francisco Polo -
vigi -
Vailima -
Coincido contigo: la obra de Turner es terriblemente hermosa.
un abrazo, amigo.
Palimp -
PD: ¿Cuál es la solución del acertijo de ayer?