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Vailima

MODELADA EN SOMBRA Y EN OLVIDO

MODELADA EN SOMBRA Y EN OLVIDO

tenías que ser tú, melancolía, quien resucitase”

Porque siempre la tratamos de “tú”, como a alguien cercano, como de confianza. Tan cercana que cualquiera de nosotros hemos disfrutado de su compañía en un momento u otro.

El lienzo que les traigo hoy, lunes melancólico de un pasado fin de semana, modelado en sombra y en olvido, se titula Retrato de un joven y fue ejecutado hacia 1530-40 por Moretto da Brescia. La influencia de Tiziano es innegable en la obra de este pintor, pero si no les importa, asociaremos su nombre con el de otro pintor que ya conocemos, Lorenzo Lotto porque se puede afirmar que sus retratos psicológicos son las obras más fascinantes de la primera mitad del siglo XVI en cuanto a este género se refiere.

Da Brescia nos presenta a un joven con la mirada perdida. Se trata de un rico noble italiano lujosamente vestido y aparentemente sentado ante una cortina de brocado, decorada con granadas y claveles. Digo “aparentemente” porque en realidad se encuentra de pie, apoyando su mano izquierda en el brazo del sillón e inclinando ligeramente en diagonal su cuerpo hacia la izquierda. Apoya la cabeza en su mano derecha posando el codo sobre los cojines dispuestos al afecto encima de la mesa. Sin lugar a dudas, la postura corresponde al hombre melancólico . Su estado taciturno, su abatimiento (inclinado como un sauce o un ciprés) nos dan muestra de ello, además de la inscripción en letras griegas que aparece en un letrero cosido al ala de su sombrero adornado éste con una hermosa pluma. La inscripción ha sido traducida como “¡Ay! Pido demasiado”, una divisa, una especie de confesión que el joven nos hace. Íntima, casi escondida. De una tristeza que hace blancos nuestros cabellos.

¿Qué es lo que pide el muchacho? ¿Bienes materiales o el favor de un amor no correspondido? ¿Qué poder alberga la melancolía para que debamos soportar hasta nuestro propio cuerpo?

Modelada en sombra y en olvido, tenías que ser tú, melancolía, quien resucitase…

14 comentarios

Alis -

Me ha estremecido la mención a Lotto. Acabo de terminar Bomarzo ¿existe algo más melancólico?

Virginia -

Me has dejado melancólica, pensando si no pediré demasiado poco. Gracias por la explicación del cuadro. Te hemos recuperado para la causa.

Vailima -

Jafa: ¿no será un antepasado tuyo que tenía su palacete abarrotado? pobre, tu dúplex te persigue por doquier...
Gracias Nikolas por tu regalo y tus palabras. Encantada y cuando quieras.
un saludo

Jafatron -

Yo conozco esa mirada, el personaje en cuestión seguro que vivía en dúplex abarrotado de gente. Os puedo decir incluso que estoy seguro que acababa de echarle un vistazo a su bodega o su despensa.

Nikolas Verkaik Jelinek -

Aloha:

Te escribo desde chile solo para agradercerte tu valiosa informacion sobre el cuadro "Dama con Armiño" de Da Vinci... te digo esto por que tuve que hacer un trabajo fotografico y actualizar la obra a la era actual (2006) en fotografia y yo no tendendia mucho el concepto de la obra, pero al ver tu explicacion me quedo mucho mas claro... en una de esas si quieres te envio la foto del trabajo para que veas la comparacion.

Desde Santiago de Chile. N.V.J.
Ciao.

Vailima -

No creas, Lola, que tu sugerencia pueda ser errónea. Guardan tantos misterios las obras de arte... tantos o más que la mente retorcida de cualquier ser humano.

Lola -

Tanta melancolía me recuerda a Durero... (jaja, acabo de abrir el enlace que pones a postriori) ¿Y si está triste porque le han puesto verdura hervidita para comer por culpa de la dieta esa que lleva? :P

Vere -

retama
matinal, estival, voz derruida,
perro sin amo, espuma levantada
hacia las noches, agua de recuerdo,
gota de sombra, dedos que sostienen
un pétalo de sol...
Pero también:
Verdes vuelos, velados
por el leve amarillo
de la melancolía...
Es preferible pensar, incluso a pesar del modelo y del pintor que hay algo de verdadero, algo nuestro en el cuadro.

Herri -

Es cierto que es mejor imaginar, y Charles ha imaginado que el hombre tenía la bilis amarilla propia de la adolescencia si nos atenemos a Hipócrates o Galeno. Yo puedo imaginar que, como tu bien dices Vailima, según los gustos de la época era bien visto el parecer melancólico ya que se asociaba a éste con una persona dada a la creación espiritual y la comprensión de elevadas cosas. El personaje está diciendo “Mirad cuan elevado es mi espíritu”. ¡Vamos, que quiere ligar!. Y siendo éste de edad adulta, a la que le corresponde una bilis negra, parecería más una pose de adolescente, luego tiene mala leche. Aunque quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Vailima -

Gracias Ladydark, lo del post puede ser subjetivo. Lo de mi hombre no. Ciertamente es magnífico y soy consciente de la suerte que tengo.

Vailima -

..ni que quien esto recibe.

Charles: Boncivino no tenía mala leche. Las poses tipo melancólico estaban de moda y además muy bien vistas. No deja de ser un encargo de un comitente que paga bien. Quizás al joven no le pasara nada, una pose sin más pero me gusta pensar en qué estaría pensando si fuera verdad. Es más entretenido.

ladydark -

Más tarde, en el siglo XVIII, Diderot definió la melancolía como el mal del siglo,"La melancolía es el sentimiento acostumbrado de nuestra imperfección. Es opuesta a la alegría que nace de la satisfacción del alma y de los órganos; es la mayoría de las veces el efecto de la debilidad del alma y de los órganos. Todo ello sumado a la certeza de la existencia de la perfección, que no se encuentra ni en uno mismo, ni en los otros, ni en los placeres, ni en la naturaleza".
(Vailima, enhorabuena, por el post que es precioso y secundario, sobre todo, por el magnífico hombre que tienes a tu lado)

Tio Petros -

Al joven en cuestión, que tiene, supuestamente, todo lo que materialmente puede comprar; le falta una Vailima con la que compartir su vida. De ahí su aspecto taciturno y aburrido. Y es que no todo el mundo puede tener la misma suerte que quien esto escribe.

Charles de Batz -

Para mí que el individuo en cuestión está más aburrido que otra cosa, pues lo tiene todo: dinero, caros vestidos -muy novedosos, por cierto, para la época- poder y seguridad; pero también tiene la mirada perdida... ¿qué le falta?.

Pienso que el Alessandro Boncivino tenía un poco de mala leche.