COMPLEMENTARIOS
Uno de los atractivos que dispensa cualquier forma de conocimiento es esa sensación casi infantil -que se da en mi caso raras veces- de comprobar que lo aprendido bien aprehendido está. El románico, en este aspecto, me aporta más de una satisfacción de este tipo bien sea porque creo que ya sé “pescar” las excepciones, bien porque ya me veo capaz de encontrar una seña de identidad en un conjunto arquitectónico separado geográficamente. Permítanme un apunte sobre este último.
Cualquier seña de identidad nos hace particularmente reconocibles y, en ocasiones, es muy fácil identificar la misma mano en lugares diferentes. Para ilustrarlo, vamos a detenernos hoy en dos capiteles que se encuentran en dos iglesias cercanas que remiten el uno al otro, de tal forma, que ambos son fundamentalmente el mismo y simbólicamente no tienen diferencia alguna. El primero forma parte de la portada meridional de la iglesia de San Miguel Arcángel en la población de Biota, en la comarca zaragozana de las Cinco Villas:
Y el segundo se encuentra en la portada de la iglesia de San Salvador de Ejea de los Caballeros , en la misma comarca.
La mano del maestro de San Juan de la Peña se revela con pulso firme en ambos capiteles donde la simetría de contrarios está presente en cada uno de ellos: al hieratismo del músico se contrapone el movimiento de la bailarina de tal modo que aunque el músico se encarga de lo sonoro, permanece estático y aunque la danzarina no emite ruido alguno, ejecuta movimientos acrobáticos y sensuales al son de la música. Uno y otro son indispensables para la realización de la obra de arte en la que la unión de elementos complementarios -que no antitéticos- trasciende a ambos personajes.
A medida que nos vamos acercando a la casa del maestro, es decir, a San Juan de la Peña, seguimos admirando capiteles similares, como estos dos de San Juan de Agüero, ya en la provincia de Huesca:
Y contiguo a este capitel, en la portada, se nos revela este otro:
Estos capiteles son el segundo y tercero de la izquierda de la portada sur de la iglesia de San Juan de Agüero. En uno vemos la escena previa a la danza, cuando la bailarina se dispone a comenzar el baile, y en la segunda podemos admirar una vez más el cuerpo literalmente doblado en una postura idéntica a la de Biota o Ejea de los caballeros, mostrada más arriba.
Yo no sé ustedes, pero me apasiona esta mano tanto como la de Tio Petros cuando tomaba estas fotografías allá por marzo de 2006. Que las disfruten.
11 comentarios
mamen -
Vailima -
un abrazo
Inde -
Y ahora puede que la memoria me juegue una mala pasada, pero juraría que en la iglesia de El Frago, cerca de Biel, hay otra parecida. (Si no conocéis El Frago os lo recomiendo, ya que sois amantes del románico. Avisadme y merendamos.)
ladydark -
roccomejia -
anarkasis -
Vere -
oktomanota -
Jafatron -
peggy -
Salamandra -