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Vailima

LOS LÍMITES DEL HOMBRE, LA GRAN BLASFEMIA DE LA HUMANIDAD: PROMETEO

LOS LÍMITES DEL HOMBRE, LA GRAN BLASFEMIA DE LA HUMANIDAD: PROMETEO

“Así pues me contengo y ahogo el clamor en mi garganta

de un oscuro sollozo. ¡Ay!, ¿a quién podremos

recurrir? A los ángeles no, ni tampoco a los hombres.

Y hasta el sagaz instinto de los animales les hace percibir

que no nos sentimos a gusto, ni seguros,

en este mundo interpretado. Tal vez nos queda un árbol

en la ladera, para que sea posible contemplarlo

cada día de nuevo; nos queda el camino del ayer

y la mimada fidelidad a una costumbre

que nos fue grata, se quedó con nosotros y nunca nos abandonó”.
Rilke, R.M., Elegías de Duino, Elegía Primera (extracto)

Prometeo es el tercer dios de la teogonía romántica junto a Dioniso y Apolo y, el soplo que insufla a los hombres la voluntad para llegar al cielo donde residen los dioses. Ésta es la pena de Prometeo, ésta es la blasfemia del hombre. Su exagerado amar a los hombres hará de Prometeo un dios desgraciado y el fracaso será su fruto. La desmesura de su proyecto provocará el sufrimiento del hombre que quiere traspasar los límites de la mortalidad. Sin reservas, Zeus mostrará su crueldad en lo inhumano y sobrenatural del suplicio que les imparte. El destino es implacable porque “nada es libre, sólo Zeus” porque el desafío que promueve Prometeo puede ser justo pero la sentencia del dios es irremediable. Podríamos decir que incluso Prometeo es arrogante y sacrílego en lo que hace pero no se trata de un ejemplo de corrosividad antiteística cuanto de confirmación de Zeus y del poder que representa.

Gracias a Prometeo el hombre puede soñar con la libertad, con la aniquilación del destino: “éste es implacable, pero los hombres son libres”. Su voluntad es lo verdaderamente importante, pues el hombre, sabedor y consciente de su mortalidad, puede, al menos, aunque no salvarse de su natural condición, despreciarla mediante su dignidad. El coraje que infunde Prometeo a los hombres provocará que el hombre pueda igualarse a los dioses aunque el alimento que reciben está condenado a pudrirse:

- Prometeo: …he librado a los hombres de la obsesión de la muerte.

- Corifeo: ¿qué remedio has descubierto a tal mal?

- Prometeo: he hecho habitar en ellos ciegas esperanzas.

La condena del dios es revelada por él mismo. El asalto al cielo no es otra cosa que un espejismo, un engaño. A pesar del castigo, su esfuerzo no ha sido en vano: es más el poder que le ha sido otorgado al hombre que la impotencia con que se le castiga. El hombre es consciente de su animalidad y no abandonará el empeño de librarse de esas trabas que la producen (Ficino); el hombre se provee, gracias a Prometeo, de la dignidad suficiente como para no trabajar por abandonar el mundo terrestre (Pico Della Mirandola) cuanto por buscar el máximo conocimiento en la tierra. En ambos casos, Prometeo se convierte en dios del conocimiento. Francis Bacon dirá que Prometeo es “el verdadero estado del hombre”, el homo faber, que dotará a los hombres del elemento fundamental para el desarrollo del progreso técnico. Pero, sobre todas las cosas, Prometeo es la encarnación de la trágica contradicción del héroe, aquella por la que irremediablemente los cielos devienen abismos. Sólo Goethe hará de él un Prometeo victorioso:

“¡Aquí estoy sentado, formo hombres

a mi imagen,

una estirpe que sea igual a mí, que sufra, que llore,

que goce y se alegre

y que no te respete, como yo!”

Han comenzado las fiestas de mi ciudad. Hoy soy poseedora de una resaca monumental que hace a cualquier ser humano imbuirse en el mito prometeico de desear acercarse a los dioses. Como castigo, recibo el día consciente de mis limitaciones, sabedora de que lo que ayer noche me unía a los cielos, hoy –irremediablemente- vuela hacia mi hígado en forma de águila aniquiladora. Soy Prometeo de Esquilo y mi arrogancia titánica me ha conducido de la mano de Kratos y Bia a los pies del castigo más cruel.

Nada es libre, sólo Zeus.

Hasta mañana, amigos.

11 comentarios

henry -

esta de mas la foto de +

libre -

son solo estupidos los que escriben en esta pagina se nota que son una pinches debiles vyance a chingar a su madre por eso nadie escribe aqui pendejos

Vere -

Ya ha caido la noche del solsticio, se oyen tambores a lo lejos, están preparadas las antorchas y se respira la excitación de la gente y el nerviosismo de las doncellas...

Vailima -

Que así sea, Herri. Aunque pertenecer a este club nos conduzca a tamañas resacas, vale la pena ser miembro de él.
Jafa: la ventaja en mi caso es que aunque dilema, no deja de ser un drama porque tengo elección y, la de hoy, es tumbarme cómodamente en el sofá, a lo largo y ancho del mismo (cual capitán tan) y posar los pies sobre las piernas del Petros. Descansar el cuerpo y la mente (de la que hoy carezco) y dejarse llevar por la caja boba hasta que los ojos se nos cierren de sueño. La nostalgia la dejaremos para otro día y como mañana es viernes, después del descanso merecido, me levantaré con los ánimos renovados para colocar mi post del viernes, puntualmente. Ése que Vere califica de falóforo y que espero que os guste.
Sí, tienes razón. La vida es un caer y levantarse contante entre Sísifos que conocen su destino. Levantar la piedra y la irremediable soledad del que camina hacia abajo, sin peso, sabiendo que tiene que soportarla de nuevo. Así es el hombre. Así soy yo también.
un abrazo

Jafatron -

Las resacas son el resultado de la caída de esa dulce realidad en la que volamos de la mano del alcohol. Dolorosa realidad también la caída. Dos realidades entonces, menudo dilema. Lo mejor para salir de dudas es que vueles hoy otra vez y mañana vuelvas a padecer otra dolorosa caída. Volar y caer, volar y caer... eso es emborracharse de vida.

Herri -

Dioniso ha debido sentarte bien para escribir este post, no puedo añadir nada que lo empañe. Solamente añadirme al club Proprometeo.
Que su rebeldía nos acompañe.

Vailima -

Anarkasis, me acabo de beber (para compensar) en la comida un rosado navarro bien fresquito y que no sé si me va a ayudar a hilar finofino pero que me está produciendo un sopor intolerable.
Sólo de pensar que tengo que volver a tener 12 ó 13 años... no sé, prefiero tomarme los mismos gintonics que me bebí ayer.
nota: me ha encantado la sutilidad del paréntesis de tu "yo". Delicadeza en estado puro...

Anarkasis -

Qédate con la marca elaguamiel y vengan resacas porque hilas finofino y bonitobonito,
(yo) voy a dejar una lamparilla bajando por el HiloNilo en recuerdo a Thot el que encendió la primera llamita en el seso, el que susurró a los hombres los nombres y la manera de escribirlos en las cuevas, a espaldas de RA, para que no se olvidaran de los dioses cuando llegasen las épocas de las ciencias, y pudieran seguir los caminos y abrir las puertas después de la muerte


yyyyy puestos a probar jilideas instauro el carnet por puntos para políticos,.. que nos meten por el ojo una ley con multaenmedio.. -6 puntos y a primero de la ESO en cursillo de reinserción.

Vailima -

Charles: estamos contentos todos por tu vuelta a los ruedos. Intentaré llevarla con entereza, como me deseas, a esta hora ya hasta he hecho una cazuela de chipirones en su tinta que no sé yo si el águila los va a cambiar por el plato de higadillo.
Prometeo es también uno de mis personajes mitológicos preferidos. Al fin y cabo, le debemos tanto los hombres...
Jose: el aguilucho se va a pillar un melocotón con la ginebra que me bebía ayer que pa qué. Es lo que tiene ser ave de presa, te dan la comida ya hecha y yo la bebida por el mismo precio. Por cierto, el Gobierno Vasco ha mandado a todos sus ciudadanos un panfletillo informativo del tema éste de los puntos. Joder, lo estaba leyendo ayer y me está acojonando eso de coger el coche.
Mujeres del mundo: olvidaos ya de pintaros los labios en mitad de una atasco. Asco de normas...
VIVA PROMETEOOOOOOOOOOO

Jose -

me temo que el aguila se va a pillar una cogorza que le van a quitar todos los puntos de su carnet de conducir...

Charles de Batz -

Que la lleves con entereza, la resaca quiero decir, y que el disfrute de fiestas tan atronadoras, puedas compatibilizarlo con contribuciones como ésta a la Divina Comedia de cada día.

Prometeo ha sido para mi siempre uno de mis personajes favoritos de la mitología clásica; seguramente por los motivos que, en cierta manera has explicado tú tan bien y yo me veo incapaz de desarrollar. Es posible además que porque fué él quién trajo el fuego -yo lo veo más como la luz- a los hombre, y con él el conocimiento y la liberación.
Mary Shelley, nos habla del nuevo Prometeo y el terror lo torna en drama cuando "el monstruo" toma consciencia de sí mismo.